Capitulo 25.

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Penúltimo capítulo :(

ALANA.

Se le sentencia a Karla Davies a siete años de prisión por complicidad en intento de homicidio hacia Daniel White y Diana White, por acoso y violación de privacidad.

El juez hace sonar el martillo por toda la sala y soltamos la respiración que estábamos conteniendo esperando el veredicto final. La chica pega gritos y maldiciones mientras la sacan esposada de la sala y Daniel aprieta mi mano con una expresión seria e inescrutable.

— Terminó todo. — Es lo que dice.

Esto fue toda una maraña de complicidad y todo venía siendo planeado por la misma persona: Iván Baker.

Y lo más sorprendente es que esto venía de años, años antes de que tan siquiera ambos hombres tomaran el mando de las empresas familiares. Resulta que cuando eran los abuelos de Daniel e Iván (los que fundaron) los que estaban al mando hicieron el convenio de fusionar empresas, todo iba bien hasta que la de los White comenzó a tener mucho más crecimiento y reconocimiento y la pequeña parte que le quedó al señor Baker se volvió invisible. Esto se solucionó, claro está, pero la envidia y ambición dominaron a Iván y se enfrasco en recuperar algo que por ley hace mucho ya no le pertenecía a su familia y también buscaba superar a Daniel.

Las últimas veces que mandó a su empleado a la empresa no fue como tal como el propósito de convencer a Daniel, sino para que aprovechara el tiempo en que lo dejaban esperando para memorizar el sitio de cada cámara, entrada o pasillo. No consiguió opciones seguras para ejecutar algún plan dentro de la empresa así que se fue por lo más cliché: Joderle los frenos al auto.

Si, si no conseguía algo con la empresa su mente retorcida pensó que era buena idea matar al dueño.

Ah, por otra el que me hiciera irme a Nueva York fue todo una distracción para Daniel, un pase que le aseguraría que al mantenerme ocupada a mi en otra parte del mundo fuese más efectivo tener a Daniel donde quería... Y también un convenio con Karla para que tuviera vía libre para sus estupideces.

Si hablamos de Karla, bueno... Se dejó engatusar por Iván de promesas ilógicas, entró a la empresa e hizo llegar a Daniel desapercibidamente un café que incluía una sustancia somnífera que fue la razón por la que Diana contó que Daniel se veía tan mal cuando la buscó. La maldita loca en su obsesión tambien pagó para que intervinieran nuestros teléfonos así que ambos creíamos que algo iba mal entre nosotros cuando en realidad sólo era ella de por medio. Iván no le dijo lo que mandaría a hacer con el auto.

Y ninguno contaba con que fuesen descubiertos tan fácil. Solo necesité buscar las grabaciones adecuadas, acomodarlas en la secuencia correspondiente, el expediente médico de Daniel cuando ingresó y un experto para que revisara los teléfonos. Los cómplices de Iván no aguantaron la presión en los interrogatorios y soltaron el resto.

Todos pagarán ahora cómo se debe: El empleado quien cortó los frenos fue a 5 años de cárcel, Karla a 7 años por los cargos que arriba mencioné. Iván a 12 años de cárcel por intento de homicidio, robo de información y por intoxicarme a mí con algo en la bebida.

A pesar del momento, todos salimos de los tribunales con buen humor.

— Debemos apurarnos, dejé a Arón pendiente de la lasaña en el horno. — Nos dice Amelia y río con las quejas inmediatas de sus otros dos hijos e incluso su esposo.

— Regresemos con el juez. — Dice Diana. — Mamá acaba de mandar a matar a una lasaña.

— No sean ridículos, le dejé el cronómetro.

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now