Enseñame a Querer

Capitulo 12

Se viene lo que tanto estaban esperando. Pendiente perrocaliente.
¡Quiero ver muchos comentarios! Por favor y gracias.

DANIEL.

No estamos obligados a ser la misma persona con todos, algunos merecen tu mejor lado y otros no. Karla nunca fue mala, de hecho, quiso estar ahí para mí aunque no se lo pidiera y quiso ayudarme, el problema es que no podía ayudarme si yo no quería esa ayuda.

Una de las diferencias entre ella y Alana es que a Karla le gusté porque de alguna manera, le di una atención que ella no había recibido, se sintió única y especial, le gustó la idea que se creó de mí y disfrazó la realidad. Mientras, Alana siempre tuvo esa atención, habían hombres que hacían todo para poder llevarla de la mano, para tener una oportunidad, muchos querían un pedazo de su corazón - me incluyo. - y aun así, ella me escogió a mí. Me amó a mí.

La conexión con Alana estuvo desde la primera vez que la vi, que oí su voz y el primer contacto. Algo que, según yo, ocurre solo una vez en la vida. Y podré sonar patético pero supongo que me aferré a eso, era como si una parte de mí nunca la dejó de esperar y sabía que lo que tenía con ella no lo encontraría en ninguna otra. Y es que, es algo que está en nosotros, algo que solo fluye cuando estamos juntos sin importar qué.

Aunque lo disimule, algunas de las palabras que dijo en el vídeo de nuestra "boda" me calaron hondo, yo lo acepté en mi mente cuando estuvimos en el festival, lo dije ebrio y ahora se lo digo en voz alta. Estoy mucho más enamorado de ella que antes, aunque creí que no podía amarla más.

Estoy tan idiotizado, como diría Alana, que no he borrado la sonrisa desde que salí de la empresa y ahora que mamá está frente a mí hablando de algo que de verdad no estoy escuchando.

Solo espabilo cuando papá se adentra también a la cocina.

- ¿Que dices, hijo? - Pregunta mamá entusiasmada.

No sé a qué se refiere.

- Ah, claro, me encanta. - Respondo aunque no sé a qué.

Se levanta de su asiento y da un aplauso con la sonrisa que no podría crecerle más.

- ¡Genial! Empezaré a organizar todo. - Y sale a paso rápido de del lugar.

Papá se sienta donde antes estaba ella, con expresión divertida.

- ¿A que le acabo de decir que sí?

- A hacer la fiesta de aniversario de la empresa estilo Gala-Hollywood.

- Oh, no.

Él se ríe de mí horror. Yo ni me acordaba de eso, es en unos días pero hay organizadores para hacer la típica fiesta elegante y aburrida en la que mi padre y yo debemos dar un discurso, en especial ahora que son 50 años de aniversario. Si, muchos años, la abrió mi abuelo ya a una edad avanzada, luego la tomó papá quién se encargó de hacerla más reconocida y ahora lo continuo yo que la estoy expandiendo.

- ¿En donde tienes esa cabeza? - Pregunta verdaderamente curioso, aunque sin dejar de lado la diversión.

En cierta chica mandona y preciosa que ahora es mi esposa por accidente.

- En nada.

Me da una sonrisa antes de ponerse serio, carraspear y entrelazar sus manos. Eso significa que quiere decirme algo.

- Tu abuela... Ella quería pedirte disculpas por lo del otro día.

Suspiro. Desde el día de la cena no he hablado más con ella ni mucho menos la he visitado, nunca creí que podría llegar a ser tan imprudente e incluso cruel.