Enseñame a Querer

Carta.

Hoy me he antojado de escribir esta carta, larga o corta, aún no lo sé, por ahí leí que de algo servía hacer estas cosas.

Has cambiado, lo sé, extrañas a quien eras hace tantos años, también lo se, no tienes que repetirlo a cada segundo. Deja de compararte con tu antiguo yo, esa niña ya no existe, murió, es pasado.

Has cambiado y es triste, ya no eres esa pequeña que se emocionaba con ver una mariposa pasar, ya no eres esa niña que jugaba con el agua imaginando que hacia magia, ya no eres esa niña que era inmensamente feliz con un simple helado. Ya no eres esa niña que su peor dolor era un raspón en la rodilla al caerse de la bicicleta y su mayor felicidad era recibir una nueva caja de colores. Recuerdo que repetias que ya querías ser grande, creciste, pero ahora ¿Desde cuándo esos raspones en las rodillas se convirtieron en heridas al corazón? ¿Desde cuándo la emoción se convirtió en tristeza? ¿Las sonrisas en lágrimas?

¿Sabes? Crees que eres la más fuerte, que puedes con todo. Te crees indestructible, irónico que seas tú quien te destruyas constantemente. Te haces daño cuando te críticas frente al espejo, te repites que la imagen que te devuelve te desagrada, te haces daño cuando te buscas lastimar a ti misma e ignoras tu salud por completo.

Se que intentas cambiarlo, taparlo con maquillaje, ropa, risas falsas que ni tú misma te crees ¿Cuando fue la última vez que de tu boca saltó una risa sincera? ¿Cuando fue la última vez que despertaste con ganas de vivir? ¿Cuando fue la última vez que sentiste algo más que dolor y tristeza? ¿Cuando fue la última vez que estuviste orgullosa de ti misma?

Se que lo intentas, te juro que lo sé. Pero tal vez no es suficiente, no estás haciendo algo bien, te estás saltando algo y no lo ves. Espero algun día, más temprano que tarde, logres terminar con este sufrimiento antes de que él acabe contigo.

De: Mí.

Para: Mí.