Enseñame a Querer

Capitulo 17

DANIEL.

No pensamos realmente en lo que hacemos hasta que nos toca hacerlo, cuando llega un momento en el que es posible que las consecuencias más mínimas recaigan.

Extiendo la caja que tengo en mis manos hacia Alana, que se ha quedado en blanco. Ninguno habla, yo solo tengo la mente andando a mil por segundo; tenemos poco más de tres meses viviendo juntos y eso dice que venció hace dos meses, en ese tiempo hemos hecho de todo, la posibilidad de que Alana esté embarazada es grande... Pero por otro lado, ella no ha presentado ningún síntoma o cambio... Aunque considerando como nos enteramos hace unos años, tampoco es muy confiable guiarse de sus síntomas.

- No estoy embarazada. - Empieza. Se ríe y se que es solo por nervios. - Mi periodo vino hace poco, no he sentido nada fuera de lo normal en mi cuerpo; no es posible, no estoy.

Veo como se lo repite a sí misma una y otra vez, como va perdiendo la calma e intenta disimularlo. Decido apagar mi cerebro y dar soluciones, ambos no podemos perder la cordura.

- Vamos por una prueba de sangre.

Niega inmediatamente.

- Aún deben quedar rastros de droga en mi sangre.

Cierto...

- Entonces ¿Prueba de embarazo de la farmacia?

- Que sean unas cinco, por favor.

Asiento y ella resopla dejando caer la cabeza a la fría barra de la cocina. Me acerco a ella para hacer que levante la mirada y le doy un beso en la frente que la hace sonreír a medias.

- Quizás solo sea un susto, ya verás.

Le doy un último beso en la boca, tomo las llaves y salgo del edificio. La farmacia más cercana está a diez minutos de casa, en auto, al llegar pido las cinco pruebas de diferentes marcas y ya de paso las pastillas de Alana porque algo me dice que esto es solo un susto, tomo lo que yo iba a buscar y al terminar de pagar regreso. Cuando llego Ali ya se ha tomado unas cuatro botellas de agua, sin decir nada me quita la bolsa y se encierra en el baño más cercano y casi media hora después sale de este.

- Hay que esperar 5 minutos. - Me avisa y señala el teléfono donde ha puesto el cronómetro.

Nos sentamos en cada esquina del sillón, cada uno en su propio mundo. Ella toma mis audífonos que estan en la mesita del centro y los conecta a su teléfono, esa es mi señal de que intenta no perder la calma.

No voy a mentir, una parte de mi está aterrada. Los recuerdos son algo que no me dejan en paz, pero sobretodo lo que no pudo ser, lo que se pudo evitar si tan solo hubiese estado en el momento correcto.

- ¿Que pasa si sale positivo? - Rompe el silencio Ali.

Ni siquiera dudo de mi respuesta.

- Será bien recibido, no le faltará el amor de su familia y económicamente... Me parece que está asegurado también. - Asiente sin mirarme, dudo. - Tu... ¿Lo quieres?

La alarma suena en ese momento avisando que ya podemos descubrir si lo siguiente es ir por una cuna o una cerveza.

Alana no me responde, se levanta y va directo al baño mientras yo la espero en el sillón. ¿Cuanto puede tardar para decirme la bendita respuesta que salió? Los minutos o tal vez segundos se me hacen eternos.

Regresa a mi lugar en total silencio y seriedad.

- Y bien...?

- Negativo. Las 5 pruebas dieron negativo.

Se deja caer a mi lado de nuevo y deja en mi mano los pequeños objetos de plástico, todos con el mismo resultado. La miro a ella, no hay nada de emoción, casi podría jurar que en vez de aliviarle se ha decepcionado.