Treasure ⸺ateez。2019

#53 Before

SAN HWA. ────── estuvieron casados quince años y tuvieron ocho hijos, pero, ¿qué pudo haberlos separado?

Seonghwa comenzó a sentir que su cama se movía y el bullicio se hacía cada vez más y más molesto, obligándole a abrir los ojos y mirar a los tres niños que saltaban a su lado. Seonghwa se sentó en la cama y suspiró con fuerza.

Habían días en los que Seonghwa sólo quería descansar y no saber nada.

―Wooyoung, Jongho, Mingi ―murmuró haciendo que los niños dejaran de saltar en la cama.

Jongho se dejó caer a su lado y le extendió un frasco de vidrio que contenía una sustancia amarillenta dentro. Un pequeño puchero en su rostro desvió la atención de Seonghwa y acarició la mejilla de su hijo.

―Idiota número cinco e idiota número cuatro estropearon mi experimento ―dijo Jongho con la voz quebradiza, apretando su puño y agitando el frasco frente a la cara de Seonghwa para que su padre pudiera verlo de nuevo.

―La boca, hijo ―jadeó perturbado tras oírle decir esas groserías―. ¿Y ustedes, qué hicieron?

Mingi y Wooyoung se miraron entre sí, el niño de diez años tenía la cara arrugada del llanto y el menor, de nueve, sonreía con algo de culpa.

―Golpeé a Mingi con el huevo-hijo de Jongho, ¡pero fue sin querer! ―gritó Wooyoung aferrándose a los hombros de Seonghwa―. ¡Yo no quería matar al hijo de Jongho!

―Y luego Jongho me golpeó porque mi cabeza rompió su huevo ―murmuró Mingi con los ojos llenos de lágrimas.

Seonghwa suspiró con cansancio y asintió un par de veces, soltándose suavemente del agarre de Wooyoung. El huevo era un experimento de la escuela, Jongho tenía que cuidar al huevo crudo y evitar que se rompiera. Con cinco hermanos mayores y dos hermanas menores, ese no parecía ser el mejor ambiente para un hijo-huevo.

―Amor, tranquilo, hablaré con tu maestra ―Seonghwa besó la frente de Jongho, limpió las lágrimas de Mingi y sobó la cabeza de Wooyoung, para luego levantarse de la cama.

Con una mano en su abultado y pesado vientre, se dirigió al baño a por su cepillo de dientes.

―Discúlpense con Mingi ―señaló.

Wooyoung era el niño más alborotado y descontrolado que tenía, casi no podía con él; mientras que las niñas, Mingi y Yeosang, eran los más calmaditos ―si con "calmados" hablamos del mal comportamiento, y no de energía―. Jongho repartía golpizas a todos sus hermanos sin discriminar su género cuando estaba molesto y aunque aún luchan por sacarle ese hábito, todavía no está completamente erradicado.

Yunho y Hongjoong solían ser super tranquilos, pero a veces parecían ser los discípulos de Wooyoung, acompañándolo en todas sus travesuras, aunque ya tuvieran trece años. Algunas veces eran los más maduros, otras no.