Treasure ⸺ateez。2019

#65 Bad taste in mouth

HONG SAN ··· Hongjoong prepara una bebida para San...

San bajó las escaleras de la casa dirigiéndose lentamente hacia la cocina, donde un desayuno le estaba esperando junto a sus compañeros. Saludó a su novio dejádole un beso en la sien y una palmadita en la cintura.

San había dormido tan solo cuatro horas y estaba muy agotado. Ni siquiera prestó atención a la charla de Wooyoung, Mingi y Hongjoong, ellos hablaban animadamente y San sólo los observaba con una ligera sonrisa; su novio lucía tan radiante.

Hongjoong se había levantado hacia horas, pero él sí había tenido una buena noche. Habían llegado a eso de las once y tan pronto como Hongjoong apoyó la cabeza sobre la almohada, durmió.

San miró su desayuno y bostezó. Habían panqueques americanos, seguramente los habían pedido por delivery, pues no sabía si alguno de los chicos podía prepararlos tan bien. Comió su desayuno entre bostezos y besos que le robaba a Hongjoong distraídamente cuando este estaba hablando con sus amigos.

(...)

San se tiró sobre el sillón de la sala, mirando a sus amigos bajar las escaleras con una toalla cada uno y modelando trajes de baño. Hongjoong se acercó y se sentó junto a él.

―¿No vas a ir a la piscina? ―preguntó acariciando su mejilla con dulzura.

San negó con un puchero en sus labios.

―No, voy a dormir aquí un ratito. Estoy muy cansado ―murmuró apoyando la mejilla contra el cojín del sofá.

―Mm, bueno, yo iré un rato con los demás, si necesitas algo, me llamas.

Cuando su novio se fue junto a los demás, San cerró los ojos y se dispuso a dormir.

No fue hasta unas cuántas horas más tarde que San volvió a despertar, más descansado pero aún un poco agotado. Miró hacia la cocina y los demás sillones de la sala en búsqueda de sus compañeros, pero no vio a nadie. Desperezándose, se levantó y caminó hacia el jardín.

Hongjoong estaba acostado en una silla tomando sol, a su lado, Seonghwa, con una sombrilla cubriéndolo.

―Hongi ―llamó San, necesitaba de la atención de su novio.

Hongjoong alzó la cabeza al escucharle y rápidamente se incorporó, tomando su mano. San fue arrastrado hacia una mesita donde habían varios vasos de un líquido espeso de color violeta.

―Ten, tómalo ―dijo Hongjoong con emoción, entregándole un vaso.

San alzó la ceja y miró a los demás chicos en la piscina, todos evitaron hacer contacto visual con él. San notó que muchos de los vasos estaban sin terminar.

Dio un gran sorbo a la bebida y cuando el espantoso sabor inundó su boca, hizo una arcada, devolviendo dentro lo que no había tragado.

―¿Qué es esto? ―preguntó San alzando la voz, sacando la lengua―. Sabe horrible, ¿quién lo pidió? ―volvió a preguntar, oliendo el líquido.

La sonrisa de Hongjoong se borró de su rostro y escondió sus manos detrás de su espalda rápidamente. San escuchó una exclamación de sorpresa de parte de Wooyoung y cuando San lo miró, este tenía los ojos tan abiertos que sus ojos eran saltones.

Hongjoong abultó los labios y bajó la cabeza. ¿Tan feo sabía? Él no lo probó porque uno de los ingredientes era el pepino y no podía comerlos, pero Mingi y Seonghwa habían dicho que era delicioso.

San dejó el vaso sobre la mesa y miró con sospecha a su novio. Oh, bueno. Qué incómodo.

―¿Tú lo preparaste? ―preguntó San tímidamente, demasiado avergonzado.

Hongjoong asintió sin subir la cabeza. Aún con las manos en su espalda, Hongjoong se volvió a sentar en su silla y miró sus propios pies. Qué vergüenza. ¿Sus panqueques también habían sido tan espantosos? Aquello le causó pesar.

―¿Y los panqueques? ―dijo Hongjoong en voz alta, mirando a todos en al piscina con ojitos penosos.

Habría odiado si todos comieron panqueques tan espantosos a la fuerza.

Seonghwa negó rápidamente con la cabeza.

―Los panqueques estaban deliciosos ―dijo Park, siendo seguido por Jongho y Yeosang. “¡Así es, hyung!”

―¿Tú los hiciste también? ―preguntó San abriendo los ojos con sorpresa―. E... Estaban muy ricos, creí que los habían pedido de una tienda ―dijo rápidamente―. No sabía que cocinabas.

Hongjoong no se sintió mejor, sin embargo. Alzó los hombros y juntó todos los vasos, llevándolos dentro de la casa.

San miró a su novio y cuando este se hubo desaparecido de su vista, recibió varios golpes en los brazos y cabeza de parte de Jongho y Yunho.

―¿Qué? Si me hubieran advertido, no habría hecho eso ―exclamó San en murmullos.

―Pasó una hora buscando recetas en internet ―dijo Jongho.

―Y luego pasó media hora exprimiendo el jugo de una remolacha y un repollo colorado, ¿cómo íbamos a decirle que sabía feo? ―exclamó Wooyoung―. Hasta se cortó pelando... los pepinos o las zanahorias.

San suspiró pesadamente.

Hongjoong regresó y volvió a sentarse en su silla, esta vez colocando una sombrilla, San miró sus manitos. Las manos de Hongjoong estaban pigmentadas de violeta y rojo y tenía una pequeña curita en su dedo índice, producto de una cortada. San ni siquiera lo había notado antes.

San se subió a horcajadas de Hongjoong y escondió la cabeza en su amplio pecho.

―Lo siento, hyung ―murmuró bajito, pasando los brazos por las caderas delgadas de Hongjoong―. Pasaste mucho tiempo haciendo eso porque yo estaba muy cansado y no fui agradecido ―dijo, sorprendido de recibir caricias en el cabello.

―Está bien ―contestó Hongjoong, todavía acariciando sus cabellos y orejas―. Me gusta que seas sincero ―sonrió, aunque aún le dolía un poco. “No como otros” susurró por debajo.

San se rio y besó los labios de Hongjoong, feliz de ser recibido con dulzura.

―Ten, un caramelo para el mal sabor ―alcanzó Yeosang cuando se separaron, y cuando San lo iba a tomar, Yeosang no lo dejó―. No para ti, es para Hongjoong hyung, besarte debe saber horrible.

Hongjoong rio a carcajadas

13112021

bueno fin de maratón random, nos vemos cuando pinte

amor