#O3 Stay

8.4K 580 117
                                    

MINJOONG¡!

en donde hongjoong quiere mimos
pero mingi está ocupado
──────

Hongjoong abultó sus labios antes de morderlos con fuerza y achicar los ojos en dirección a Mingi. Su novio había estado los anteriores tres minutos inmerso en su computadora, con la boca abierta y los auriculares puestos, sin prestarle un ápice de atención.

Hongjoong gateó hasta posarse detrás del menor, para echarle un vistazo a la pantalla que tenía tan absorto a su novio que ni siquiera le había dado un vistazo ni hecho un sitio en la cama para él.

—¿Eh, Pinky? —llamó el mayor alargando las letras—. Pinky…

Kim colocó las manos en los hombros del menor, sacudiéndolo con lentitud. Mas los ojos ajenos seguían pegados a la pantalla donde Lee Taemin bailaba Want.

Con cuidado, Kim retiró uno de los auriculares y se lo colocó, escuchando la canción junto con su novio. Pasados unos minutos, cuando la cabeza de Hongjoong cayó a un costado, sobre el brazo de Mingi, y este seguía viendo una y otra vez los mismos videos, despertó.

—Mingi —llamó Hongjoong, la voz haciéndose más baja—. Mingi…

El pequeño Kim retiró su auricular y se bajó de la cama, dispuesto a marcharse.

Con la cabeza gacha y un sentimiento de tristeza, Hongjoong se fue hacia su habitación, se recostó en la cama y se tapó hasta la cabeza.

¡Su tonto novio podía hacer lo que quisiera!

Aguantando las lágrimas y el nudo en la garganta, abrazó el peluche favorito de Mingi y enterró su cara en él para así poder oler el aroma del menor que tanto le gustaba. Ni siquiera pasaron dos minutos cuando sintió las manos tibias y grandes de Mingi rodear su cintura y enterrarse en la piel de su estómago.

—Lo siento, estaba concentrado —susurró Mingi ahogando la voz en la espalda del mayor—. No quise ignorarte, bebé.

Hongjoong enredó sus piernas con las ajenas, calentándose los pies con ellas.

—No te preocupes, yo te hago lo mismo todo el tiempo cuando estoy en el estudio —razonó Hongjoong, dejando un beso en el hombro de Mingi—. Ahora que sé cómo te sientes…

—Estoy acostumbrado —dijo Mingi, soltando una pequeña risa—, sé que tienes que hacer tu trabajo, no te preocupes. Me gusta estar sentado ahí y verte, ayudarte si lo necesitas, y cuidarte.

Hongjoong sintió su corazón apretarse contra sus huesos, recordando las innumerables veces en las que Mingi estuvo con él encerrados por horas en el estudio, el chico viéndole hacer el trabajo y dando consejos, escribiendo, componiendo con él, haciéndole compañía, dándole de comer, dándole una manta caliente en invierno y frescura en verano.

Mingi siempre estaba ahí.

—Haces un rico café a las tres de la madrugada —burló Kim tratando de sonar casual—. Aunque no te recomiendo robar los dulces de Yeosang otra vez…

—Yeosang nunca sabrá que fuimos nosotros —rio el menor, ahogando una risa en el cuello de Kim.

—Entonces… —Hongjoong acarició el brazo del menor con sus dedos—. ¿Qué estabas haciendo?

Mingi abrió los ojos con dificultad, el sueño lo vencía.

—Estaba viendo el estilo de Taemin sunbaenim, es increíble. —Mingi bostezó—. No había visto a nadie bailar así antes.

—Es muy elegante —comentó Hongjoong.

—Demasiado —rio Mingi—. He estado viendo covers por horas pero nadie puede hacerlo como él, es…

—Elegante —repitió el mayor—. ¿Por qué estabas interesado?

Mingi gimoteó levemente, apretando con cuidado el cuerpo pequeño entre sus brazos.

—¿Seguimos mañana? —preguntó bajito—. Mis ojitos se cierran…

Hongjoong asintió, aún si sabía que el menor no podía verle, riendo y soltando una bajita afirmación, acercó más su cuerpo al ajeno.

Dormir estaba bien.

Dormir estaba bien

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Dom., 17 de marzo 2019

Treasure ⸺ateez。2019Where stories live. Discover now