여덟 개의 마음이 하나로 뭉쳤다 》II

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ATEEZ x ATEEZ

종호와 윤호 성공

Yunho sonrió sintiéndose afortunado de que todos estuvieran pasando un lindo y tranquilo día

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Yunho sonrió sintiéndose afortunado de que todos estuvieran pasando un lindo y tranquilo día.

Caminó hacia el pasillo, un poco distraído, Yunho vio salir a zanahoria con galletita Oreo de la habitación de los menores e ingresó a la misma buscando a Jongho, estaba aburrido y quería molestarlo por un rato.

Jongho descansaba sobre la silla frente a su computadora con una mirada abatida.

―Honey ―canturreó Yunho apoyando las manos sobre los hombros ajenos.

Jongho suspiró y alzó la vista, viendo a Yunho con una ceja arqueada antes de volver su mirada a la pantalla.

―El enano chillón se llevó a la galleta. ―Jongho abultó los labios y cruzó los brazos por encima de su pecho.

Yunho asintió como si comprendiera la situación y luego negó varias veces con la cabeza, desaprobando el comportamiento de Hongjoong. Wooyoung se había ido y no parecía volver muy pronto, vaya uno a saber para qué lo necesitaba Hongjoong.

―Y tú te querías comer la galleta. ―Chistó Yunho, haciendo que Jongho asintiera ligeramente irritado.

―Ni modo, a dormir ―arrastrándose fuera de la silla, Jongho se impulsó dispuesto a dirigirse hasta la cama, sin embargo, fue sujeto por el codo con las manos grandes de Yunho―. O tal vez no.

―Mira, no soy una galleta ―dijo lo obvio encogiéndose de hombros―. Pero me dicen algodón de azúcar.

Jongho rio y se dejó abrazar por la cadera, apoyando las manos en los hombros de Yunho.

―No me gusta el azúcar ―bromeó Jongho estirando las sílabas, con un deje de burla en su voz.

―¿Ah, sí? ―murmuró Yunho atrayendo al menor con una mano en su espalda baja, haciendo que sus pechos colisionaran entre sí.

Jongho alzó la mirada, abriendo la boca por instinto. La cálida respiración de Yunho en su rostro hizo titubear sus acciones; dudaba si apartarlo o simplemente dejarse llevar. No es que se sintiera incómodo con Yunho, pero intimar con él siempre había sido pasarse de la raya para Jongho. A él le gustaba dar, y dudaba que Yunho fuera receptor.

―Estoy un poco sediento, Honey... ¿Me vas a dar de tu miel? ―inquirió Yunho lentamente, estirando su mentón hacia abajo con el pulgar, haciendo que su labio se separaba del superior con un sonido acuoso.

Sin embargo, siempre era bien recibida una buena mamada.

Jongho asintió, asomando lentamente su lengua cuando el pulgar de Yunho se metió dentro de su boca, explorando el interior de la misma.

Treasure ⸺ateez。2019Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora