#HappyYunhoDay

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YUNGI¡!

en donde un tiroteo interrumpe
el cumpleaños de yunho

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23 de marzo de 2018
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Hongjoong comenzó a carcajear por el chiste anteriormente dicho por Yunho, aunque carente de gracia, era su cumpleaños así que todos tenían la obligación de reír —y parecía que el más bajito era el único que sabía eso.

Eran al rededor de las once de la noche y la fiesta estaba apenas a punto de comenzar, todos los amigos de Yunho le acompañaban sentados a un lado suyo en la gran camioneta familiar que había pedido prestada de sus padres, rumbo hacia una casa a las afueras de la ciudad.

Hongjoong, solitario, sentado junto a él, apretó su mano para llamar su atención cuando vio a Yunho ido en sus pensamientos.

—¿Estás bien?

—No —respondió Yunho con voz áspera—. Me molesta que Seonghwa no haya venido.

—Terminaron hace tres días, Yunho —recordó Hongjoong, poniendo sus ojos en blanco—. Extraño hubiera sido que haya venido.

—Hubiera preferido eso —sentenció.

Hongjoong abultó los labios y negó riendo con amargura.

—Sabes lo que pienso al respecto.

—Sí, sí —dijo Yunho con voz cansada—. Yo lo engañé, él debería haberme dejado hace meses. Sí, sí. Soy un bastardo. Ya entendí.

Kim mordió sus labios. Eso no era lo que creía, en parte.

—Hablemos de otra cosa o de lo contrario estarás amargado toda la noche. —Hongjoong revolvió el cabello de Yunho.

Yunho asintió regalándole una sonrisa a medias al mayor.

—Oigan, chicos. —Jongho llamó la atención de todos en la camioneta—. ¡Yeosang, detén el auto!

—¿Qué sucede, Jongho? —Yeosang frenó y miró con preocupación al menor del grupo.

—Vean por la ventana, allá —Jongho señaló algún lugar en su lado de la ventana.

Yunho se trepó sobre Hongjoong para tener una vista de lo que fuera que Jongho estuviera viendo. En la oscuridad, no tan lejos, alguien se arrastraba por el suelo con dificultad, y en ese instante en que todos estaban mirando, esa persona alzó la cabeza y gritó por ayuda.

Yunho no era un ángel, pero no dudó dos segundos en salir de la camioneta y correr hasta el sujeto en el suelo, tomar su rostro entre sus manos con cuidado y preguntar si estaba bien. Por supuesto que aquella persona en su estatus de turbación sólo pudo boquear sin aire.

—Ayúdanos —dijo él con dificultad luego de unos segundos—, por favor.

—Estarás bien, mis amigos están llamando a una ambulancia.

Yunho trató de tranquilizarlo, pero el sujeto sólo seguía diciendo lo mismo una y otra vez.

—No cierres los ojos —pidió Yunho—. ¿Cuál es tu nombre?

Treasure ⸺ateez。2019Where stories live. Discover now