#78 Eggs inside me? II

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Mingi tiene que hacerse a la idea de que ahora es una mamá joven y primeriza. Mientras, lidia con su insoportable mejor amigo, y el alien guapo.

―Los bebés al nacer suelen medir unos 40 centímetros, pero estos huevos son pequeños ―dijo Yunho sobándose las manos―

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―Los bebés al nacer suelen medir unos 40 centímetros, pero estos huevos son pequeños ―dijo Yunho sobándose las manos―. Ya quiero ver cuando nazcan, me siento impaciente, como si fuera su padre.

―Te voy a echar a la calle si sigues hablando de esas cosas.

―¿Cuál cosas? Son tus hijos, Mingi.

Mingi mordió su labio inferior. Yunho estaba serio y lucía muy curioso, pero también imperturbable. Contrariamente, Mingi estaba a punto de lanzar su estómago por el inodoro.

―Tal vez midan 25 centímetros, serán bebés mini ―el mayor continuó divagando.

―Ay, Yunho, ya cállate ―Mingi se llevó las manos a la cabeza―. Te llamé por apoyo moral, no para que me fastidies.

Los tres huevos acomodados cuidadosamente en la cama se movieron, haciendo que toda la atención de los jóvenes fuera hacia ellos. El huevo del medio se sacudió y se agrietó un poco, luego le siguió el huevo de la derecha.

―Ya van a nacer ―Yunho sonrió con emoción y se acercó a la cama―. Ven a ver, princesa.

Mingi suspiró y se acercó a la cama, colocándose hombro a hombro con su mejor amigo.

―¿Planeaste esto en noveno grado?

―Voy a golpearte, silencio.

El huevo del medio se agrietó más y se sacudió nuevamente. Ambos lo miraron atentamente. Mingi mordió su labio inferior con ansias, intentando que su nerviosismo no saliera a flote.

Yunho tocó con su índice el pequeño huevo, y este volvió a agrietarse. Los otros dos huevos se movieron también.

―Ya vienen, Minmin.

El sonido de un llanto bajo los asustó a ambos. Mingi ayudó al primer nacido a quitarse las cáscaras de encima y lo miró con los ojos abiertos como dos luceros. Yunho hizo lo mismo con el segundo huevo.

―Síp, deben medir unos 25 centímetros ―dijo Yunho―. Parecen bebés muy prematuros. Son demasiado pequeños ―volvió a divagar―. Son una lindura, aunque sean verdes y estén cubiertos de moco.

―No son verdes, solo es el moco... Su papá era pálido, pero no verde.

Yunho soltó una risa.

―Está bien, no son verdes.

Mingi bufó.

―... ¿Qué pasa con el tercer huevo? ―preguntó Mingi, con un repentino dolor en el pecho―. Ese apenas se mueve.

Yunho notó la mirada apagada del menor e hizo a un lado las burlas que estaban picándole la punta de la lengua.

―Tranquilo, ya vendrá. Tú toma uno y límpialo, tomaré al otro.

Treasure ⸺ateez。2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora