Capítulo 19, Parte 1

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Cuando terminó de hablar con May, la chica salió. Kim comprobó la limpieza de su escritorio antes de caminar hacia Kamol que estaba durmiendo en el sofa.

Kim se sentó en el borde del sofá y miró el rostro afilado de Kamol con una pequeña sonrisa, recordaba como su Nong habia alabado antes a Kamol.

“Es molesto, ¿cree que es guapo?” Kim murmuró suavemente, pero su rostro estába sonriendo antes de mirar hacia el brazo de la persona fuerte, luego lo acarició, justo donde las vigas le habían caído  encima.

“No hiciste nada en absoluto, entonces ¿como vas a cuidar de los demás?” Kim no pudo evitar quejarse de nuevo.

"Esta bien, si no sobrevivo, moriré después de ver que te preocupas de mí así" sóno la voz profunda de Kamol, haciendo que la cara de Kim brillará, los ojos penetrantes de Kamol lo miraron, Kim no supo cuándo Kamol se había despertado.

"Despierta y levántate, para que podamos regresar" Kim golpeó el vientre de Kamol para cubrir su timidez e inmediatamente se puso de pie y le dio la espalda a Kamol, su rostro estaba un poco caliente, sus orejas estaban tan rojas que eran más notorias en su piel pálida. Kamol que no le había dolido el golpe de Kim en lo más mínimo, dejo escapar con una pequeña risa al ver la vergüenza de Kim, antes de sentarse en el sofa.

"Totalmente avergonzado, señor" dijo Kamol moviendo el cuello para disipar el cansancio, Kim se dio la vuelta, mirándolo con fiereza, mientras Kamol solo se burlaba de él.

Kamol sonrió y se puso de pie.

"¿Ya terminaste tu trabajo?" preguntó Kamol.

"Si, está bien" respondió Kim. Kamol asintio.

"Entonces vamos a cenar, ¿de acuerdo? ¿Quieres comer afuera hoy?" preguntó Kamol. Kim negó con un movimiento de cabeza.

" No, es mejor ir a casa y comer ahí, ¿no es un peligro? ¿Quieres ser un objetivo para todos tus enemigos?" preguntó Kim en tono ligeramente estresado.

"Mi vida es un objetivo en todas partes, Kim. Si las personas piensan en atacarme, pueden hacerlo en cualquier lugar, lo pueden hacer dependiendo de la oportunidad o dependiendo de cuánto espacio tengan para ellos" dijo Kamol en voz baja, Kim miró a Kamol.

"¿Qué pasa con lo que te pedí?" preguntó Kim, acerca de querer que Kamol deje ese trabajo. La cara de Kamol se volvió un poco.

"¿Qué te dije? Necesito un poco de tiempo, no es como que se pueda salir fácilmente, Kim. Es difícil bajar de la espalda del tigre, si no te bajas bien, después el tigre me romperá el cuello y moriré. Tengo que asegurarme de que el tigre del que dependo, me permita bajar fácilmente" insinuó Kamol, Kim lo entendió.

N/T: hace referencia a la persona que, posiblemente, esté por encima de Kamol en el negocio. Alguien a quién Kamol deba rendir cuentas.
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"Pero no creo que sea difícil, tienes a dos tigres muy grandes, Clemo y Nata Montada, y los lograste domesticar. Otros tigres no serán difíciles" bromeó Kim, haciendo sonreír a Kamol, antes de que este se aferrara su delgada cintura y lo acercara. La cara de Kim se sonrojo cuando Kamol lo abrazo hasta que su espalda baja estuvo muy cerca de Kamol, la mano delgada de Kim se levantó y se poso sobre el fuerte pecho de Kamol.

"¿Qué pasa con este pequeño tigre, está domesticado conmigo ahora?" preguntó en voz baja. Kim apretó los labio y su rostro se iluminó, no sabía donde poner las manos, se sentía avergonzado, por lo que se limitó a acariciar el cuello de la camisa de Kamol, frotando los fuertes hombros de la fuerte figura de un lado a otro.

"Depende de la oportunidad, depende de la situación y de cuanto me quieras domesticar" respondió Kim en voz baja, Kamol sonrió levemente, antes de inclinarse para poner un suave beso en los finos labios, sin embargo, Kim no se apartó. Los labios delgados cálidos se abrieron con complicidad y una lengua caliente lamio los labios de Kim, para que la otra figura abriera más la boca. La lengua caliente saboreo la dulzura desde el interior de esa linda boca, sus lenguas estaban entrelazadas. Las manos de Kim se envolvieron alrededor de él fuerte cuello de Kamol, la mano de Kamol abrazó más fuerte la cintura de Kim.

Te llevaré a mi casa... Y serás mi esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora