Capítulo 01

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"Entonces ven, ven por mí..."

El viento en el patio de recreo era muy violento, pequeño granos de arena se mezclaban en el viento, golpeando el rostro de las personas

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El viento en el patio de recreo era muy violento, pequeño granos de arena se mezclaban en el viento, golpeando el rostro de las personas. 

Bian Nan se bajó el sombrero cubriéndose hasta la nariz y el cuello se lo subió hasta la mitad de su rostro. No podía abrir bien los ojos debido al golpe del viento y podía sentir dentro de su boca como la arena se crispaba entre sus dientes. 

—¡Que jodido día! ¡Hoy hay otra vez neblina! —gritó mientras maldecía Wan Fei, quedándose sin aliento detrás de él. 

—Esto es Smog, pero parece más una tormenta de arena —Bian Nan suspiró— ¿no averiguaste el PM2,5 [1] de el día de hoy? Dianqian [2] es una olla de sopa agridulce.

—Mierda, ¿Por qué esos idiotas de la clase de voleibol no están siendo penalizados con una carrera? —Wan Fei volvió la cabeza y vio a algunas personas en cuclillas al costado del patio de recreo, mientras los observaban con cierta emoción. 

—Porque esos idiotas cruzaron sobre la pared y no fueron atrapados —Bian Nan se dio media vuelta y corrió unos pasos hacía atrás, extendió la mano y le dio una palmada sobre la cabeza a Wan Fei— Eres igual a una anciana con pies pequeños, te tomaste demasiado tiempo para cruzar y siento que te tardaste doscientos años. 

—Mierda...eso fue...una pulgada...¡bien! —Wan Fei no estaba convencido con esas palabras, quería decir algo más en medio de sus jadeos, pero cuando vio a una figura azul salir del gimnasio, rápidamente empujó a Bian Nan— Lao Jiang, Lao Jiang, Lao Jiang salió...

Bian Nan volvió a darse rápidamente la vuelta y corrió hacia adelante, mientras tomaba bocados de aire de arena de una manera muy dedicada. 

Lao Jiang es el entrenador de la clase de tenis, era uno de los entrenadores más feroces de la escuela deportiva, tanto, que no se atrevieron a colocarle un apodo. 

—¡Bian Nan aún te quedan tres kilómetros! —Lao Jiang caminó hacia el costado de la pista y le gritó a Bian Nan, que corrió frente a él. 

—Maldita sea —cuando Bian Nan escuchó esto, casi se tambalea y cae arrodillado al suelo. 

—¿Y yo? —preguntó Wan Fei rápidamente. 

—Corre con él, ¿Ustedes dos acaso están comprando uno y obtenga otro gratis? —dijo Lao Jiang con frialdad. 

—primero...me retiro primero...—Wan Fei jadeó pesadamente. 

—Eres una cosa inútil —Ban Nan se veía feliz. 

—Estoy exhausto...quién...¿Quién puede darme un masaje?

Después de que Wan Fei terminó de dar la última vuelta, se colocó en cuclillas a un lado de Lao Jiang. 

Bian Nan continuó corriendo los tres kilómetros restantes en contra de la arena, sintiendo como sus músculos gritaban y maldecían a la anciana Wan Fei por sus pies pequeños. Si no fuera porque los pantalones de Wan Fei se engancharon en un clavo cuando cruzaron por el muro anoche, Lao Jiang no los habría atrapado en el acto. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now