Capítulo 86

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"ven aquí, te extraño"

Bian Nan enterró la cabeza y se terminó los fideos

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Bian Nan enterró la cabeza y se terminó los fideos. Si no fuera por las palabras de Qiu Yi, definitivamente sería demasiado perezoso a la hora de lavar los platos. Pero solo por estas palabras que vinieron de Qiu Yi, fue a la cocina y colocó los tazones y la olla en donde se cocinaron los fideos al fregadero, preparándose para luchar.

Antes se había quedado sin detergente para la ropa y ahora no puede usar detergente en polvo para lavar los platos. Así que fue a abrir los gabinetes de la cocina y miró dentro de ellos, y finalmente descubrió, que había cuatro botellas de líquido para lavar los platos en la puerta del gabinete inferior. 

—Esta es una forma de vivir muy seria —Bian Nan sacó una botella de líquido para lavar los platos: —¿Cómo podría dejar pasar algo así?

—Realmente algo debió haber pasado algo —Qiu Yi se hizo a un lado y lo observó: —Pero no preguntes en relación a esto, no estás muy familiarizado. 

—Estamos bastante familiarizados —Bian Nan chasqueó la lengua, giró la cabeza y miró a Qiu Yi con vacilación: —Él pudo ver lo que está pasando entre nosotros. 

—¿Eh? —Qiu Yi quedó atónito. 

—Fue capaz por lo bien que estábamos —dijo Bian Nan. 

—¿En serio? —Qiu Yi lo pensó por un momento: —Creo que es bastante obvio. 

—Y dijo eso, que era bastante obvio. Probablemente al ir a "tan aburrido" y relajarnos, eso lo hacía lo más obvio —Bian Nan volvió la cabeza y dijo mientras lavaba los platos: —Pero no pareció estar bastante sorprendido, y no dijo nada al respecto. Él y a Shi Jiang después de todo, no son unos chismosos. 

Qiu Yi no habló, se apoyó contra el refrigerador en silencio. 

—¿Qué sucede? —Bian Nan lo miró, después de haber lavado los platos. 

—También te sientes muy relajado en mi casa, ¿no? —dijo Qiu Yi. 

—Sí, tu casa tiene un gran ambiente, así que definitivamente... —Bian Nan de repente reaccionó con sus palabras, sostuvo el tazón en su mano y lo colocó sobre el fregadero: —me relajaré. 

—Tal vez mi papá también lo vio —Qiu Yi sonrió, le dio unas palmaditas en el trasero, se dio la vuelta y se adentró a la sala de estar. 

Bian Nan se congeló en su lugar durante mucho tiempo, antes de acomodar lentamente los tazones y los palillos, y se apoyó contra la pared de la cocina durante mucho tiempo. 

Después de haber experimentado lo sucedido en casa, esta clase de especulación lo hizo entrar en pánico. 

En el pasado, tenía muchas ganas de decirlo, y si alguien lo supiera, lo supiera. Era algo realmente asombroso y sentía, que no había nada que no pudiera manejar. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now