DOS LOBOS Y UN BOLLO

Capítulo 71

¡Hola, a la mierda! 

Ha estado nevando todo el día, por lo que Miao Yuan también estaba usando mucha ropa. Con su cabeza envuelta con una bufanda y con una gran mascarilla que cubría su boca, que si no se la hubiera quitado producto de la sorpresa, Bian Nan no se hubiera dado cuenta de que se trataba de Miao Yuan. 

Aunque se sentía insatisfecho con la falta de voluntad de Qiu Yi sobre que las personas supieran sobre su relación antes, ahora, cuando se dio la vuelta de manera abrupta y vio la expresión de sorpresa en el rostro de Miao Yuan, de pronto se sintió nervioso. Probablemente porque no estaba preparado y todavía estaba en esta comunidad a plena luz del día. 

La mano de Miao Yuan todavía tiraban de la mascarilla y sus ojos eran bastante redondos. 

—¿Miao Miao? —Bian Nan intentó calmarse y miró a Miao Yuan. 

—Ah —Después de escuchar sus palabras, Miao Yuan respondió y como si se hubiera despertado de un sueño, se sobresaltó en su lugar, viéndose un poco avergonzada. Levantó la mano en la que llevaba una bolsa: —Compré ropa y la iré a cambiar, ya que no es adecuada para mi. 

—Oh —Bian Nan se giró para mirar a Qiu Yi. Descubrió que aunque Qiu Yi se había quitado la mascarilla, la bufanda aún cubría la mitad de su rostro y como su sombrero estaba bajado, era posible que no lo reconocieran a primera vista. Respiró con alivio, para Qiu Yi, quien no quería que las personas lo supieran, esta era una forma de ocultarse: —Él es...

Pero no esperando a que Bian Nan inventará a alguien al azar, Qiu Yi de pronto se bajó la bufanda, revelando por completo su rostro y asintiendo con su cabeza hacia Miao Yuan junto con una sonrisa: —Hola. 

¡Hola, a la mierda! 

Bian Nan casi gritó, solo miró a Qiu Yi durante mucho tiempo y sin decir palabra alguna. 

—¡Hola! —Miao Yuan rápidamente sonrió y agitó la mano: —eres Qiu, Qiu Yi, que coincidencia. 

—Esto... —Bian Nan sintió que la atmósfera actual era muy extraña, pero todavía pensaba en la pregunta más importante en este momento: —Miao Miao, sobre, sobre esto...

—¡ah! no digas nada, no diré nada —Miao Yuan inmediatamente agitó la mano, desesperadamente: —No lo haré, no lo haré, este después de todo es un asunto privado y no le concierne a nadie más. 

—Gracias —dijo Qiu Yi desde un costado. 

—No es nada, no es nada, es lo correcto... —Miao Yuan levantó de pronto la voz y se rió dos veces: —¡ja! ¡JAJA! ¿Entonces qué? lo mejor será que me vaya, debo a ir a cambiar mi ropa, ¡adiós! 

Antes de que pudieran despedirse, Miao Yuan ya se había dado media vuelta junto con su bolsa de ropa, escapándose. 

—Maldita sea —Bian Nan sintió sudor por toda su espalda y se limpió la frente: —¿Ella será capaz de hablar?