Capítulo 77

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"Vete"

Bian Nan simplemente se arrodilló en el suelo, ocultando sus ojos en los hombros de Qiu Yi y llorando durante varios minutos

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Bian Nan simplemente se arrodilló en el suelo, ocultando sus ojos en los hombros de Qiu Yi y llorando durante varios minutos. Qiu Yi se mantuvo quieto y en silencio, solo dedicándose a darle palmaditas en su espalda. 

—Oye —Bian Nan se sintió feliz después de haber llorado y aquella sensación de tener algo atrapado en el pecho se alivió mucho. Se frotó dos veces la cara, sonrió y se colocó lentamente de pie, sujetándose de las rodillas: —he estado arrodillado tanto tiempo, que ya las siento frías. 

—No solo es por estar arrodillado, ¿verdad? Estuviste en medio del frío toda la noche, ¿no? —Qiu Yi también se colocó de pie y sonrió. 

Bian Nan se quedó atónito y lo miró: —Maldita sea, ¿Cómo lo supiste? 

—Fue sencillo de saber —Qiu Yi le dio unas palmaditas sobre su brazo: —Esa cara que llevas, esta hora y este lugar. 

Bian Nan levantó la comisura de su boca y sonrió: —Ya veo. 

—Vamos a comer algo primero —Qiu Yi rodeó sus hombros con su brazo y miró hacia ambos lados: —Cuando venía hacia aquí, vi una tienda de desayunos y no habían muchas personas. 

—Mm —Bian Nan se frotó la cara, realmente no sabía si se sentía lleno o hambriento en este momento, como tampoco si sentía frío o no. Todas aquellas sensaciones de todo su cuerpo, parecían haber entrado de un estado letárgico, luego de dar algunas vueltas por la noche. 

No habían muchas personas en la tienda de desayunos, por lo que ambos encontraron un pequeña mesa contra la pared y Bian Nan se sentó. 

—¿Qué quieres comer? —le preguntó Qiu Yi, listo para pedir algo. 

—No lo sé, comeré una porción doble de lo que comas tú —dijo Bian Nan. 

—Está bien —Qiu Yi se rascó la cabeza dos veces, se dio la vuelta y fue a pedirlo. 

Hacía mucha calor dentro y su mesa estaba cerca de la gran estufa de panqueques, que estaba a un lado de la puerta. Bian Nan sintió que su cuerpo, que estaba congelado como si fuera un cubito de hielo producto de la noche, se derritiera poco a poco. 

La sensación incómoda en su cuerpo también se hizo clara, poco a poco. Sus rodillas y piernas estaban adoloridas, su cintura rígida, y el lugar donde Bian Xinyu lo arañó ardió de forma latente, pero no sentía mucho en su rostro, solo que la mitad de su rostro estaba un poco entumecido. 

¿Se quedó paralizado...? 

Qiu Yi trajo un montón de cosas, pastelillos, bollos al vapor, buñuelos, tofu, leche de soja, y todo puesto sobre la mesa. 

—¿Tanta hambre tienes? —Preguntó Bian Nan con una sonrisa. 

—Solo come, empácalo si no eres capaz de terminártelo —Qiu Yi se sentó frente a él. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now