Capítulo 38

960 183 94
                                    


Era como aquella leve sensación de caminar al lado de una chica, bajo una atmósfera ambigua, y ocasionalmente frotándose el brazo.

Era como aquella leve sensación de caminar al lado de una chica, bajo una atmósfera ambigua, y ocasionalmente frotándose el brazo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bian Nan no le respondió a Qiu Yi, regresó al patio y se sentó en una silla para ver a Qiu Yan limpiar la mesa.

No mantenía mucha comunicación con su propia madre, es más, suele tener muy poco contacto con ella. Ocasionalmente hacia una llamada telefónica o él la visitaba, pero los malos recuerdos siempre se mantendrán ahí. 

Su madre no es alguien que mantenga un buen humor y siempre hablaba de forma hosca, y no sabía si su madre quería verlo o no. 

Pero hoy estaba un poco inquieto. Su madre vive sola y no tiene novio, por lo general, suele ir a la casa de póquer a jugar cartas, pero hoy de repente escuchó a un hombre romper algo a su lado, así que es preocupante. 

Pero le preocupa más que tipo de problemas tiene su madre. 

Y la reacción en cadena que puede crear su madre si se mete en problemas. 

Quería ir a verla, pero es difícil de saber con quién suele contactarse su madre. Si Wan Fei no se hubiese ido, definitivamente le habría pedido a él que lo acompañara. 

Pero ahora, tiene que llevar a alguien ahí, solo estaba Qiu Yi. Qiu Yi conocía la situación de su familia, por lo que en teoría es más confiable que Wan Fei. 

Sacó su teléfono y volvió a marcar el número de su madre, pero nadie le respondió. 

—Mierda —susurró, frunciendo el ceño. 

Qiu Yi se sentó a su lado: —¿Quieres ir a verla? solo tengo recuperaciones de clases por la tarde, estoy bien por la mañana, así que puedo acompañarte. 

—Joder —Bian Nan rápidamente giró su rostro para mirarlo fijamente: —¿Escuchaste a escondidas? 

—¿Se puede considerar como escuchar a escondidas? —Qiu Yi sonrió: —Después de contestar el teléfono, parecía que tu rostro comenzó a dar vuelta como la tierra y que no serías capaz de responder, aún si te llamaba. 

—Era mi madre —Bian Nan vaciló antes de decir alguna palabra: —¿Por qué no me acompañas a verla? tengo miedo de que la golpeen. 

Su madre vivía en una comunidad que estaba al oriente de la ciudad, esa casa fue comprada por su padre cuando se separaron. La misma casa en la que Bian Nan era encerrado en el baño y luego rescatado por su padre. 

Bian Nan no tenía recuerdos tan profundos, solo soñó con esta casa durante mucho años después. Aparecía de distintas formas, pero jamás con el baño. 

La casa de su madre era de un solo piso, con un pequeño patio semiabierto, con una docena de macetas de flores y plantas muertas desde hace mucho tiempo. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now