Capítulo 35

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Demasiado fuerte, demasiado fuerte, demasiado fuerte, demasiado fuerte, las alucinaciones de este día...

Aunque al final no entendió el por qué Qiu Yi de repente se volvió frío, esto no le importaba demasiado a Bian Nan

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Aunque al final no entendió el por qué Qiu Yi de repente se volvió frío, esto no le importaba demasiado a Bian Nan. Solo se dijo que esto se debía a que Qiu Yi simplemente se sentía mal. 

De todos modos, ahora regresaron al estado anterior en el que estaban antes. Sentados bajo el sol y conversando con el otro, ya no existía esa vergüenza inexplicable, eso era todo.  

Nunca ha sido muy bueno en este tipo de cosas, este era un hábito que tenía desde que era niño hasta la edad adulta. Si el seguía persistiendo sobre el "¿Por qué me estás tratando así?", al final todo resultara mucho más doloroso. 

—Ahora estamos de vacaciones, no estás tan ocupado como de costumbre ¿verdad? —Bian Nan miró a Qiu Yan, que golpeaba la pelota y corría de un lado a otro al margen. 

—Más o menos es así —Qiu Yi sonrió: —hay tiempo en las vacaciones de verano, por lo que busco qué hacer. 

—Ah —Bian Nan no pudo evitar suspirar— ¿No puedes simplemente tomar un descanso? 

—Tú entrenas todos los días, te sientes cansado pero aún así puedes manejarlo y si luego tomas unas vacaciones de verano antes de volver a entrenar, ¿Cómo te sentirías? —le preguntó Qiu Yi. 

—Querría morir —dijo Bian Nan. 

—Es lo mismo para mi —sonrió Qiu Yi.

—Si lo dices tan en serio, entonces sigue haciéndolo hasta romperte —Bian Nan chasqueó la lengua: —También eres alguien bastante increíble e incluso aún tienes tiempo para controlar de tu jodida escuela marítima. 

—No me importa mucho —Qiu Yi se reclinó en el asiento y levantó la cabeza: —en el futuro, alguien más se encargará de cuidarla, yo tendré que ir a hacer la pasantía el próximo semestre. 

—Entonces habrá demonios que querrán ser participé —Bian Nan agitó la mano y le habló a Qiu Yan: —Encontraré a un pequeño hermano para que te ayude a servir, ¿está bien?  

—Es sencillo para ti ser entrenador —dijo Qiu Yi con una sonrisa. 

Bian Nan se levantó, caminó hacia el entrenador que estaba a su lado y le dijo algunas palabras. El entrenador después llamó a un niño que parecía tener once o doce años. 

El niño pequeño llevó a Qiu Yan a la cancha y comenzó a explicarle la postura y los elementos esenciales que se deben tomar en cuenta al servicio. 

Qiu Yan miró los movimientos que hacía con los ojos muy abiertos, muy serio.  

—Bian Nan —el entrenador palmeó el hombro de Bian Nan—ve y ayúdame a guiar a algunos niños que están ahí, los que practican contraataque. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now