Capítulo 79

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Como un hombre sin hogar, como un hombre sin hogar e insuficiente  

Como un hombre sin hogar, como un hombre sin hogar e insuficiente  

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Bian Nan sentía que su corazón era grande. Era claro que ha estado muy inquieto en estos últimos días, pero ayer y hoy pasaron cosas realmente grandes, pero de hecho, miró fijamente la ventana durante un rato y luego se durmió envuelto en el edredón. Pero antes de quedarse dormido, miró su teléfono y ni siquiera eran las 11 en punto. 

Y fue como tomar pastillas para dormir, ya que cuando se durmió no podía despertar aunque quisiera. Probablemente se debió a que no durmió la noche anterior. 

Por la mañana, Yang Xu levantó su edredón y lo pateó varias veces. Antes de que pudiera abrir los ojos aturdido: —Maldita sea, ¿Qué estás haciendo? 

—¿Vas a ir a trabajar hoy? —Yang Xu se cruzó de brazos: —Levántate rápido, tengo que abrir mi negocio. 

—Tienes un negocio fantasma —Bian Nan se sentó de mala gana: —Nunca he visto a nadie más que a ti aquí. 

—¿Quién dijo eso? —Yang Xu se apoyó contra la pared y señaló con su mano hacia el costado varias veces: —¿No puedes ver a esa gran cantidad de gente? 

—¿Ah? —Bian Nan quedó atónito. Luego sintió frío en la parte posterior de su columna y se le erizó el cabello, saltó y se frotó la manos sobre la espalda desesperadamente mientras maldecía: —¡Jodete! 

—Esta es la dirección, —Yang Xu le entregó una nota adhesiva: —Puedes ir directamente después del trabajo por la tarde, la calefacción y el gas están disponibles, así que recuerda limpiar, y si no limpias, la renta mensual será de 6.000. 

—Lo sé, —Bian Nan tomó la nota y lo miró, estaba escrito muy detalladamente, y la dirección parecía estar no muy lejos de Zhan Fei. Si se iba en bicicleta, probablemente podría llegar en tan solo media hora: —Yang-ge, su letra es realmente fea, y es un cumplido decir que la escribió un perro. 

—Ordena tus cosas y largo —Yang Xu se dio media vuelta y salió: —Puedes usar el cepillo de dientes desechable que hay detrás de la barra. 

—Oh —Bian Nan se vistió: —¿Todavía tienes esa clase de cosas así? 

—Es como estar en un hotel —Yang Xu entró a su cueva. 

Probablemente nevó mucho anoche. Cuando salió de "tan aburrido", Bian Nan descubrió que la acera estaba llena de nieve y crujía cuando la pisaba. 

Como estaba en "tan aburrido" y tenía que ir a Zhan Fei, no sabía donde tomar el autobús. Bian Nan buscó una señal de autobús, pero solo vio que había la del metro y aquella dirección, era la que no necesitaba. 

Después de dudar durante mucho tiempo, ¿Debía caminar por la calle, tomar el metro o...? 

Después de unos pasos, un taxi se cruzó frente a él y Bian Nan levantó la mano para detenerlo. Hoy hacía mucho frío, se le olvidó colocarse una bufanda y el viento frío pasaba por su cuello que era un poco insoportable para él. 

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now