狼行成双
lang xing cheng shuang
Sinopsis:
Probablemente sea la historia de dos personas que no se caen bien entre ellos y que se quieren matar.
Autora: Wu Zhe
Capítulos: 105 + 2 extras.
año: 2014
Universo compartido con
Xiao Zhang (嚣张)
Saye (撒野)
Antid...
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Qiu Yi no sabía por qué estaba diciendo lo siento. Si era por su actitud hacia Bian Nan, o por su propia mentalidad que no podía explicar con claridad.
Tampoco sabía cómo Bian Nan interpretó este "lo siento".
Bian Nan a veces tenía un gran corazón, como también, a veces era muy meticuloso. Qiu Yi no estaba seguro de cómo sentirlo esta vez, e incluso ahora se sentía incapaz de preguntar.
Después de este "lo siento", Bian Nan se quedó en silencio por un momento, frotó la frente contra su pecho y dijo: —Dijiste "lo siento" varias veces el día de hoy.
—¿De verdad? —dijo Qiu Yi.
—Mm —Bian Nan frotó suavemente su espalda, luego lo empujó y se acostó en la cama: —Dormiré un rato, ¿hay dos estudiantes más por la tarde?
—Mm —Qiu Yi sonrió— Tú...
—Oh, si, la ropa —Bian Nan volvió a sentarse, se quitó la ropa, se volvió a acostar en la cama y tiró del edredón para cubrirse: —Cuando llegue a la hora, si no me despierto, despiértame tú. Si te atreves a irte y no me despiertas, ten cuidado, te daré una bofetada.
—Está bien —dijo Qiu Yi.
No sabía si Bian Nan tenía sueño, pero cerró los ojos y no habló ni se movió.
Qiu Yi permaneció junto a la cama durante 20 minutos, y después de escuchar su lenta respiración, notó que realmente estaba dormido. Así que movió las piernas, tomó la pitillera y salió de la habitación.
Qiu Yan no pudo contenerse y fue a la habitación de su padre, con su mascarilla y manteniéndose a dos metros alejados de él. No sabía que estaban viendo en la televisión, pero estaban riéndose muy alegremente.
La risa de Qiu Yan fue nítida y contagiosa, pero no pudo evitar levantar la comisura de su boca al pensar en lo divertido que lo pasaban juntos.
Había mucho viento en el patio, y después de encender un cigarrillo, tomó una silla y se sentó a un lado de la pared.
Si todos lo supieran, no sería tan estresante
Las involuntarias palabras de Bian Nan seguían dando vueltas en su mente.
No puede.
No es capaz.
No se atreve.
Qiu Yi tomó un hondo respiro.
Le gusta Bian Nan, no había necesidad de confirmar esto.
Pero este sentimiento en su corazón era similar a la traición que sentía hacia su madre, y provocaba que le faltara un poco el aliento.
