Capítulo 24

1K 198 121
                                    


Qiu Yi se sobresaltó y no tuvo tiempo de reaccionar a tiempo, sintió el vacío bajo sus pies al ser tomado y abrazado por Bian Nan.

—¿Qué sucede? —Bian Nan estaba un poco avergonzado cuando vio que Qiu Yi no estaba diciendo nada: —No me refiero a nada más, no tengo nada que ver aqui, yo solo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¿Qué sucede? —Bian Nan estaba un poco avergonzado cuando vio que Qiu Yi no estaba diciendo nada: —No me refiero a nada más, no tengo nada que ver aqui, yo solo...

—Gracias —Qiu Yi lo interrumpió— De verdad, gracias. 

—No seas tan educado —Bian Nan se rascó el cabello y después de esperar durante mucho tiempo, y como Qiu Yi no habló más, tuvo que preguntar nuevamente: —¿Terminaste de agradecer? ¿Vas a decir algo más o no? 

Qiu Yi se rió, tomó la taza y bebió un sorbo de té: —No, pero muchas gracias. 

—No es necesario agradecer —Bian Nan tomó la taza y se sirvió una taza de té, pero debido a que todavía estaba un poco mareado, la mitad del té se derramó sobre la mesa: —Solo estoy preocupado, ¿Qué vas a hacer si regresan de la misma forma otra vez? no deberían, es como si todas las fuerzas del mal vinieran a saldar deudas al mismo tiempo. 

—Pagar las deudas es algo natural —Qiu Yi miró el té dentro de la taza— pero no siempre es así, son parientes después de todo. 

—¡Es porque son parientes! —Bian Nan reprimió su voz y miró hacia el baño. Qiu Yan todavía estaba cantando y bañándose adentro, y chasqueó la lengua: —Erbao es como un cachorro, siempre recuerda comer pero no pelear. 

. . .

—¡Gran tigre! —Qiu Yan salió de la ducha con su ropa en los brazos, y cuando vio a Bian Nan sentado debajo de la pérgola de uvas de un solo vistazo, gritó sorprendido, por lo que corrió y saltó: —¡No te has ido! 

—Mm, cuando iba por la entrada del callejón, vi un puesto de sandías y compré una, ¿Quieres comer? —Bian Nan lo subió a su regazo y le tocó la frente— ¿Por qué estás sudoroso justo después de haberte duchado?  

—¡Estaba cantando! —respondió Qiu Yan en voz alta. 

Qiu Yi levantó el dedo índice y se lo llevó a los labios: —Todos los demás están durmiendo. 

—Estaba cantando —susurró Qiu Yan en voz baja, sobre el oído de Bian Nan. 

—¿Quieres comer sandía? —Qiu Yi vio que había estado mirando la sandía. 

—¿Puedo comer? —preguntó Qiu Yan en voz baja: —Quiero comer una rebanada. 

—Puedes —Qiu Yi asintió. 

Bian Nan se levantó y fue a la cocina a buscar un cuchillo. Bajo la guía de Qiu Yan, sacó un cuchillo de pliegue largo de sandías. 

—¿Tu familia también tiene algo como esto? —Bian Nan regresó a la mesa junto con el cuchillo— esto es increíble, usar esto para...

DOS LOBOS Y UN BOLLOWhere stories live. Discover now