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Tomé asiento en el sofá, con él pequeño sentado en mi regazo. Me había preparado la comida y lo difícil era poder comer con él en brazos.

Está aprendiendo a agarrar cosas y ahora me tira del pelo siempre que me descuido o de mis collares. Por no hablar de cuando busca alimentarse en mi pecho, eso es incómodo. Debo tener cuidado cuando lo tengo en brazos, ya que alguna vez me ha mordido el pezón… por culpa del frío ahora le da más fácil encontrarlos y no es agradable.

Sobre las cuatro de la tarde, Haelyn apareció por la sala. Venía muy despeinada y se notaba en sus mejillas rojas que aún tenía fiebre. Camino hasta el sofá y se dejó caer en él con pereza.

¿Te encuentras bien?

Pregunté estúpidamente, sabiendo que no, no se encontraba bien.

Estoy bien, debo ir a trabajar. –susurró adormilada.

Se me hizo tierno verla tan vulnerable. Me recordaba a Jungkook cuando se enfermaba, ese chico es peor que un niño pequeño. Dejé a Kyree en el columpio de bebés y me centré en Haelyn. Me agaché a su lado y puse mi mano en su frente, mientras que con la otra miraba mi temperatura, intentando comparar.

No vas a trabajar, Haelyn, estás enferma.

Debo ir, no puedo faltar.

Hizo el amago de levantarse, pero se lo impidi agarrando sus brazos. Negué con la cabeza, mientras ella se quejaba.

Ya avise al tipo ese, no vas a ir a trabajar.

¿Lo avisaste? ¿Por qué hiciste eso? Debo ir, necesito el dinero.

Ella estaba delirando por la fiebre, pero se había enfadado por lo que hice. Intentaba soltarse de mi agarré, pero no tenía fuerzas para hacerlo.

Debes descansar, Haelyn.

Ella negaba en rotundo. Veo que la fiebre le pone de mal humor.

Déjame llamarle, necesito llamarle y decirle que voy ahora mismo.

Se soltó de mi agarré y se puso en pie con dificultad. Parecía más borracha que enferma. Yo no fui así ayer ¿no? Tengo lagunas del día de ayer por los delirios de la fiebre.

Haelyn ya, dije que no vas a ir.

Me puse más serio al ver que la chica realmente tenía intención de salir de casa, incluso en pijama. Es bien cabezota.

Me puse en su camino, evitando que llegara a la puerta. La rodeé con mis brazos, mientras hacía que ella retrocediera hasta el sofá de nuevo. La genial idea que tuve para conseguir que no se moviera fue tirarme literalmente encima de ella en el sofá.

No era la mejor, ni la más cómoda opción. Pero al menos de ahí no se movería. No tenía fuerzas para quitarme de encima, lo intentó literalmente por un minuto, al no tener avances, se rindió y fue cuando se aferró a mi.

Eso sí que se sintió raro.era la primera vez que estaba así con alguien. Y lo peor es que me sentí cómodo.

Perderé el sueldo de hoy… –susurró al borde del llanto.

Yo te lo pagaré, ahora solo descansa y deja de ser tan cabezota, me enfadas

En cierta parte me sentía culpable, yo se lo contagie al estar pegado a ella como lapa el día de ayer.

Tardó muy poco en dormirse de nuevo. Me mantuve aún encima de ella, no por algo en concreto, solo porque estaba a gusto en esa posición. El frío lo hacía agradable. Era tan cómodo, que me quedé dormido hasta.

Your smile M.YGWhere stories live. Discover now