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Desperté a las seis de la mañana, por el sonido de mi alarma. Bufé con molestia mientras la apagaba aún con los ojos cerrados. Me di la vuelta, mientras aflojaba el agarré de la chica a mi cintura con sus brazos.

Me jodia tener que levantarme, con lo a gusto que estaba con ella. A pesar de estar enfadado o más bien dejando salir un poco mi orgullo de hombre herido. Sé perfectamente que para ella esto no es fácil, pero no saber su opinión sobre nuestro encuentro íntimo y su extraña actitud fría, daño mi ridícula hombría.

Abrí al fin mis ojos, apreciando de cerca a la chica. Ella dormía plácidamente ¿Cómo voy a soportar un mes sin Haelyn y sin Kyree?

Aparte varios mechones de pelo que había en su cara y la observé con detenimiento. Me he dado cuenta de que el tiempo que lleva viviendo aquí, sus ojeras han ido desapareciendo. Y se nota mucha mejora en su cara, ya no siento su expresión triste y apagada.

Suspiré sabiendo que debía irme o llegaría tarde al aeropuerto. No me resistí, dejé un pequeño beso en sus labios y aparte con cuidado mi anatomía de la suya.

Revisé que Kyree durmiera, pero este estaba despierto. Me pareció raro, es como si él supiera que me iba a ir y quería despedirse.

Lo agarré en brazos, mientras portaba una gran sonrisa. El pequeño demonio no tardó en llevar sus manitas a mi cara, adora tocar mi nariz.

Jamás creí decir esto, pero te echaré mucho de menos, demonio.

Lo acuné en mis brazos hasta que se quedó dormido. Lo acomode de nuevo en su cuna, mientras lo tapaba bien con su manta. Di un último vistazo a la habitación y salí de allí. Me cambié rápidamente y salí de casa llevando mi maleta.

Sejin me recogió en una furgoneta negra, junto a los tres niños que me acompañaban. Dos de los niños y una de las niñas.  Me esperaba un viaje largo y deduzco que será agotador, haciendo de padre de tres mocosos.

Y de nuevo me jodo yo, por culpa de Hoseok. Se lo pasó porque se lo delicada que es la situación con su esposa. Llevan alrededor de tres años intentando tener un hijo, pero la cosa no cuajada. Hace poco lo consiguieron, o eso creían hasta que tuvieron que hospitalizarla hace dos días, por el aborto que tuvo.

Durante el vuelo, tuve que aguantar quejas, lloros y berrinches de esos mocosos. Por no hablar de la dichosa pregunta de "¿Ya hemos llegado?" Acompañada por "¿Queda mucho?".

Terminé con un horrible dolor de cabeza y unas tremendas ganas de tirarme por la ventanilla del avión.

Al llegar a los ángeles, nos hospedamos en un hotel cerca del estudio que HYBE tenía para los ensayos en Estados Unidos. Solíamos utilizar el edificio cuando veníamos como BTS, ensayábamos día y noche para nuestras presentaciones en el país.

Llegamos siendo de noche, por lo que todos nos fuimos a la cama, además de que estaba agotado. Me dormí al tocar la cama. Estaba sumido en mis sueños, sueños algo extraños, ya que solo podía revivir una y otra vez la noche que pase con Haelyn.

Desperté sudado y muy exaltado. Suspiré mirando el techo y maldije por lo real que había sido el sueño y lo excitado que había terminado.

¿Oppa estas despierto? –una pequeña voz se abría pasó a través de la puerta de mi habitación.

Me cubrí bien con las mantas, no quiero parecer un depravado. Me incorporé, quedando sentado en la cama. Vi a Minah entrar por la puerta, es la más pequeña de las chicas, con apenas catorce años, como Jeongho.

Your smile M.YGWhere stories live. Discover now