Your smile M.YG

♥︎ 43 ♡

Desperté con un ligero dolor de cabeza, por la ingesta excesiva de alcohol, el día de ayer. Bostece aún con los ojos cerrados, debido a la luz que entraba entre las cortinas.

Abrí mis ojos lentamente, mientras incorporaba la cabeza. Me espanté al ver a Haelyn debajo de mí ¿qué tanto hicimos anoche?

Ella dormía plácidamente, lo notaba en su respiración. Ambos estábamos totalmente desnudos, pero sin pizca de frío. Apenas nos cubría la sábana fina y blanca. Acomode mis brazos a los lados de su cabeza, para aliviar un poco el peso que está soportando.

Me quitaría de encima, pero sus piernas me lo impiden y la verdad estoy bien así. Me tomé el tiempo de observar la dormir, buscando los recuerdos vividos anoche.

Nos acostamos, dios, nos hemos acostado. Haelyn y yo tuvimos sexo. No puedo creerlo ¿de verdad lo hicimos? Me atreví a decírselo y ahora no puedo dejar de pensar en ella y en besarla durante todo el día. 

Acabo de cometer el peor error de mi vida, porque ahora me volví totalmente adicto a ella, sabiendo que no puedo tenerla.

Aparte un momento la mirada de ella, al escuchar la puerta abrirse. Jungkook apareció por esta, entrando con cautela, pero se llevó la sorpresa de verme despierto.

— ¿Qué haces aquí? –susurre con cierta molestia.

— Solo vengo por Kyree, le daré de comer, ya es su hora. Llamó la terapeuta de Haelyn, preguntando si iría hoy a su sesión… y para avisar de que sería más tarde hoy.

— ¿Qué le dijiste?

— Solo le dije que no sabía, que llamarías tú después si no podían ir.

— Vale, avisaré ahora de que si ira. Y revisaré a que hora lo aplazaron… Ahora largo mocoso, ¿¡no ves que interrumpes!?

El chico sonrió de forma traviesa, agarró con cuidado al pequeño demonio y salió de la habitación.

Solté un largo suspiro, que al parecer hizo despertar a la chica. Me puse nervioso cuando ella empezó a abrir sus ojos. Sentí mis mejillas arder cuando su vista se fijó en la mía. A ella le pasó lo mismo, se me hizo adorable ver el rojizo en sus mejillas

— Hola… –susurró avergonzada.

— buenos días… –imite su susurro.

Tampoco sabía que decir o hacer, era un poco tensa la situación. No diría incómoda, porque no me sentía incómodo con ella. Pero si tenso, por lo que ella pudiera pensar de mí.

No se que está pasando por su cabecita ahora mismo y solo suplico que no piense que soy un pervertido o algo similar. ¿Estaba borracho? Si. Pero no del todo borracho. Todo lo que dije era lo que realmente pensaba y tengo muy claro que si ella me hubiera dicho que no, no habría pasado nada.

Los dos queríamos, por lo que no debería preocuparme por eso. Pero si por lo que pase ahora. ¿En qué términos estaremos ahora? Metí la pata hasta el fondo, por no saber guardar mis sentimientos.

Me aparté con cuidado de encima de ella, ambos nos quedamos en silencio apoyados en el cabecero de la cama y cubriéndonos con la sábana. ¿Qué iba ahora? Me da vergüenza mirarla y tampoco me salen las palabras.

— ¿Dónde está Kyree? –preguntó cortando el intenso silencio.

— Se lo llevó Jungkook, están en la sala.

— Ah dios… qué vergüenza, ellos nos vieron.

Se llevó las manos a la cara, cubriendo esta y haciéndome reír.