Your smile M.YG

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Intensifique lo más que pude el beso, sentía que la necesitaba, necesitaba volver a sentirla para saber que esto podía ser real.

Ella debe pensar que estoy como una puta cabrá y que solo quiero follar con ella por un simple calentón, que si. Lo admito, era un calentón, pero un súper calentón. 

Durante las dos semanas que estuve fuera, todas las noches se repetía la misma escena. El mismo dichoso sueño húmedo. Una y otra vez sé aparecía ella en mis sueños como si fuera una diosa y me hacía elevar con ella hacia el cielo… Lástima que al despertar, cayera bruscamente al infierno.

Despertaba sudando, todo acalorado y con una erección más grande que mis ganas de vivir.

No le respondía los mensajes porque una parte de mi quería dejarla ir, pensando que sería lo mejor, después de ver su reacción al acostarnos la última vez.

Solté en la cama, bruscamente a la chica. Me encargué de quitar su camiseta y de quitarme la mía, de forma desesperada.

Tenía la necesidad de hacerlo rápido por lo desesperado que estaba. Tanto que en ningún momento me puse a pensar en ella, en que está pensando ella o en qué siente ahora mismo.

No pensé en ella en la hora y media que estuvimos desahogandonos. La observaba dormir siendo me culpable.  Ella debía estar muy confundida.

Escuché como llamaban a la puerta de la habitación. Sabía que nos habían escuchado, no me importó hacer ruido mientras lo hacíamos. Ni siquiera yo me reconocí en ese momento. Ahora me da vergüenza.

Me levanté de la cama, poniéndome los pantalones deportivos cortos que tenía en la mesita de noche. Salí de la habitación, cerrando a mi paso, para que ningún curioso viera el desastre que hicimos en la habitación.

Tuve que sentarme en el sofá, con Namjoon. Antes de eso agarré a mi pequeño Kyree. Note cómo el bebé me reconoció al instante, lo añoro tanto estas dos semanas. Tanto que Halsey me dijo que era como esos típicos padres que se pasan el día alabando y alardeando de sus hijos.

Solo que Kyree, no es mi hijo.

— ¿Qué pasó en mi ausencia?

Namjoon suspiro y se acomodó mejor en el sofá.

— a los propietarios del piso de Haelyn, les sudo un huevo la denuncia que ella puso. Sacaron sus cosas tirándolas a pasillo, como si fuera basura… Ella no lo resistió y entró para defender su casa.

No podía ponerme en el lugar de ella, pero soy consciente por las palabras que me dijo hace horas, de lo importante que era para ella ese puto piso.

— Ella se defendió como pudo, debías verla, tuvo que venir la policía para salvar a uno de los encargados de desalojar la casa… Yo que tu, tendría cuidado de enfadarla.

— Fui un estúpido con ella…

— Lo fuiste, creo que tenéis una conversación pendiente. Estas dos últimas semanas nos conocimos un poco más, a pesar de mi ausencia muchas veces… Es buena chica y necesita ser escuchada, no la presiones o terminarás de romperla.

Dicho eso, se puso en pie y agarró a su hijo en brazos.

— Una cosa más, antes de irme. Me iré una temporada a vivir con Hoseok, mi habitación volverá a estar libre, por si quieres secuestrar otro niño… aunque creo que esa maleta lila y la vocecilla de la cocina, me dejan claro que ya tengo relevo en casa… En cuanto a los muebles de Haelyn, los lleve a un trastero, la llave y dirección están en la encimera de la cocina.