♡ 28 ♡

586 91 34
                                    

Tuve que venir antes al trabajo por una emergencia que tuvo Donghae, al parecer tuvo que asistir a una reunión de alumnos y nadie podía hacerse cargo de la tienda.

Me dio lastima tener que posponer mi mañana con Yunho, pero no podía faltar al trabajo. Más ahora que estoy totalmente sin blanca. No me queda nada en mis ahorros.

La hora de la comida fue tranquila, solo entraron grupos de adolescentes para comer ramen y pillar algo de beber. Algunos hombres venían a comprar tabaco, pero no hubo más clientes durante las cuatro de la tarde.

Donghae llegó a la tienda sonriente y con un par de papeles en la mano. Camino hasta mi, tomando asiento en el mostrador.

Mis notas son las mejores de la clase, ¿puedes creerlo? –me mostró el papel con sus notas –Yo aun no me lo creo.

Serás un buen médico, Donghae.

Me da miedo envenenar a alguien –Bromeó sonriendo.

Mientras no sea a mi… Yo no diré nada. –bromee con él.

Bajo del mostrador y se puso el chaleco del uniforme.

¡Deberíamos ir a celebrarlo! –dijo en un tono elocuente

¿ir a celebrarlo?

Si, después de trabajar tomar algo para celebrar que no soy estúpido y que tendré una carrera universitaria.

Bueno está bien, pero solo una cerveza, no puedo beber de más aún.

No iremos por cervezas, ¡esto merece una botella de soju!

No me negué, por un lado pensé que sería de mala educación decir que no al jefe, aquí no está bien visto negarse a tomar algo con el jefe o superior. Además de pensar que tal vez me vendría bien despejar la mente… Llevo tanto tiempo sin tomar algo de alcohol, nueve meses de embarazo, más cuatro meses de nacimiento de Kyree.

Hecho en falta esa sensación de liberación que produce el alcohol. Pero tengo muy claro que no debo pasarme, ya que sería malo para la lactancia de Kyree e incluso para mi.

El trabajo de nuevo fue tranquilo, los clientes que más entraban, eran adolescentes que venían después de las clases. La mayoría rondaba los diecisiete años de los veinte, los chicos solían venir en grupos. Compraban comida y cigarros, alguno que otro pedía algo de alcohol, por no hablar de lo coquetos que eran y no de los buenos, era bastante incómodo.

Al cerrar la tienda, nos quedamos sentados en las mesas de afuera de la tienda. Él preparó un poco de ramen y soju. Se aseguró de que yo comiera bien, para que el alcohol no me subiera tanto.

¿Te volvió a molestar el chico ese? Lo vi antes comprando tabaco y te note incomoda después de que él se fuera.

Ese chico es extraño, me mira de forma rara y es incómodo.

Algunos tienen extraños fetiches con las chicas extranjeras… tú solo evita estar sola con él, si lo prefieres y yo estoy cerca cuando él entre a comprar, le atiendo yo. 

No te preocupes, tu estas ocupado estudiando, puedo hacerlo yo.

Él me regaló una gran sonrisa, para dar un trago a su bebida. Mi teléfono comenzó a sonar, sacándome del trance en el que estaba mirándolo atontada. Al ver en la pantalla el nombre de Yoonie, me puse nerviosa. Conteste rápidamente, sabiendo que me esperaba un sermón por no avisar de que llegaría tarde.

Al responder, me salió la risita tonta. Esa que sale cuando vas un poco borracho y no puedes controlar.

buenas noches Yoonie~

Your smile M.YGWhere stories live. Discover now