♥︎ Epilogo I ♥︎

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Después de pasar toda la tarde juntos llegó la hora de abandonar el hotel. Yoongi dijo que iríamos a cenar a casa, pero que Kyree no llegaría hasta mañana. Cuando al parecer tendríamos una comida con sus padres.

Deduje que era para agradecerles que cuidarán del pequeño. Siento que los señores Min nos ayudarán en muchas ocasiones, no se como se lo agradeceré.

Durante el camino a casa andando, noté al chico despistado. Como si estuviera pensando demasiado, pero sonreía como si fuera algo bonito. Por lo que no interrumpí y caminamos en silencio.

Al llegar al edificio lo noté cada vez más nervioso, algo que no llegaba a comprender. ¿Por qué está nervioso? Estaba tan nervioso que se puso a tararear una de las canciones que suele ponerle a Kyree. Concretamente I need you, de BTS. A Kyree le gusta mucho.

Llegamos a nuestra planta, yo frené de la puerta. Pero Yoongi dio un par de pasos más, tirando un poco de mi mano. El me sonrió de una forma extraña y dio un leve tirón más, cortando las distancias.

Antes debemos hacer una cosita.

Sin esperar respuesta por mi parte, sacó una llave del bolsillo de su pantalón y abrió la puerta de la que era mi casa.

Lo mire atónita y confundida. ¿Por qué tenía la llave? ¿¿La robo?? Él era capaz de hacer algo así.

No conseguía descifrar su sonrisa, tiró de mí con delicadeza hacia el interior. Dejándome aún más confusa al ver todo en su lugar, todos los muebles estaban en su sitio. Todas las fotos y decoraciones estaban donde yo las tenía la última vez que pise este lugar antes de que me echasen de él, como si fuera basura.

No pude evitar emocionarme y llorar al ver la cena que había preparado en la sala. Me emocioné por muchas razones, por recuperar el piso, por el detalle tan bonito que tuvo el chico y por el recuerdo de la última cena importante que tuve en esta casa.

En la primera cena especial que tuve en estas paredes fue cuando Kenan me pidió salir, en la siguiente yo le pedí matrimonio. Si, lo hice yo. Tres meses después preparé otra cena especial donde le di la noticia de la llegada de Kyree.

Nuestra boda fue simple y en el juzgado, no queríamos nada llamativo. Simplemente quisimos dejar claro ante la sociedad que estábamos juntos, porque amarnos ya lo hacíamos sin necesitar un papel que lo confirmara.

Muchos recuerdos y añoranzas me impedían pensar con claridad. Era mi maldita casa, era mi casa…

El chico me abrazaba por la espalda, pero dándome mi espacio para asimilar la situación. Me giré para poder mirarlo a los ojos, estos brillaban como nunca. Juraría que estaba tan emocionado como yo, a pesar de no tener recuerdos o una historia aquí.

¿Qué hacemos aquí? —Susurré sin entender nada.

Estamos en casa, Lyn —me paso con delicadeza las llaves, donde ya había puesto un llavero de shooky.

— ¿Pero tu..?

Lo compré y ahora te traigo la oferta de tu vida. Necesito que te sientes y concretemos negocios mientras cenamos un buen entrecot.

Con suma delicadeza me acomodo en la silla y tomó asiento frente a mi. Abrió una botella de vino y llenó ambas copas.

¿¡Cómo se te ocurrió comprarlo!? Esos tipos pedían una fortuna por este piso.

Digamos que me salió tirado de precio y ellos evitaron una fuerte demanda… la cuestión es que te traigo una oferta.

¿Una oferta? —pregunté confundida, viendo como él tomaba un gran sorbo del vino.

Your smile M.YGWhere stories live. Discover now