Your smile M.YG

♥︎ 51 ♡

Desperté desorientada. Me dolía horrores la cabeza y me sentía mareada. Por no hablar del horrible dolor de garganta.

Abri lentamente mis ojos, llevándome la sorpresa de encontrar en el techo un póster de un dibujo anime, de una chica en bikini. ¿Dónde estoy?

Con el dolor de cabeza que tenía me levanté de la cama, agarrándome esta y balanceándome. Salí de la extraña habitación, saliendo a un largo pasillo, me sonaba, pero no llegaba a recordar. Más por la luz tan potente que había a diferencia de la habitación, que estaba más oscura. Seguí los ruiditos que hacía Kyree, el pequeño debía estar jugando.

Llegue a una pequeña sala, donde Kyree, Minah y Yoongi jugaban en el sueño.

— Oh Haelyn querida, ¿te encuentras mejor?

Me asusté al ver a la mujer tomar tanta confianza al abrazarme. No me molesto, solo me pareció raro. Yoongi se levantó nervioso y vino hasta mí, para separar a su madre.

— Omma aún debe recuperarse, ten cuidado.

La mujer rodó los ojos, como si ya tuviera claro que su hijo era un dramático. El susodicho se tomó la libertad de posicionar su mano en mi frente, al no estar seguro de mi temperatura se tomó la libertad de plantar sus labios sobre mi frente.

Esto estaba siendo raro, era como si me besara la frente, pero un beso demasiado largo. Se separó a los minutos y miró a su madre.

— Creo que tiene fiebre de nuevo.

Hablo como si yo no estuviera aquí.

— ¿Seguro?

El chico negó, no estaba seguro. ¿No es más fácil darme un termómetro? Al parecer no, ya que volvió a plantar sus labios sobre mi frente, mientras la mujer cogía confianza como para tocarme el cuello también mirando mi temperatura.

Era incómodo, no estaba acostumbrada a tanta atención. Aunque sabía que me estaban cuidando y que no era con mala intención.

— Uy si, la fiebre está subiendo. –comentó la mujer preocupada. – iré a preparar algo caliente de comer.

Nos dejó solos, Yoongi me guió hasta el sofá y me hizo sentar. Me estaba agobiando un poco con él, ya que hasta se encargó de taparme hasta arriba con una manta. Y hasta hace nada, que recuerde, estaba enfadada con él.

— ¿Qué se supone que hago aquí?

— Relajarte para ponerte sana.

— Hablo en serio, Yoongi.

Mi tono tajante le puso nervioso. Lo note en cómo se tocaba las manos.

— Fui al piso de Donghae para hablar contigo, pero estabas muy enferma y no podía dejarte así… Por lo que se me ocurrió la brillante idea de traerte a casa de mis padres.

— Brillante idea ¿no? ¿Cuánto vale nuestra portada juntos esta vez? La empresa también se burla de mí, esto es increíble… 

— Haelyn no tiene que ver con la empresa. Te traje aquí porque estabas mal y quería ayudarte. Me importas y Kyree también.

— Ya no se que creer Yoongi, me confundes tanto. No quiero esto en mi vida, quiero algo tranquilo, quiero mi vida de antes… dios, no hace ni diez meses de su muerte y mi vida ya es una puta mierda… –Solté un largo suspiro, mientras abrazaba uno de los cojines del sofá. – ¿Sabes qué soy tan patética que aún no me atreví a ir al cementerio a verle? Pero no porque tenga miedo a revivir lo sucedido, si no, por miedo a su familia.