Your smile M.YG

~ Capitulo especial 02 ~

Haelyn termino yendo de viaje y yo me quedé solo con Kyree. Ese mocoso ya está enorme y tiene muchísimo carácter.

El primer día sin su madre nos iba a costar, lo presentía. Y así fue, el pequeño Kyree despertó antes que yo y decidió que era buena idea despertarme echándome agua en la cara.

Eso debió enseñárselo Jungkook. Me desperté aturdido y asustado por tan repentina agua. El pequeño salió corriendo de la habitación, mientras reía de forma traviesa.

—- ¡¡Min Kyree!! ¡NO CORRAS MOCOSO DEL DIABLO, COMO TE CAIGAS ENCIMA TENDRÉ YO LA CULPA Y TU MAMA ME PEGARA!

Me levanté de la cama, para ver la gravedad del asunto.

—- Ay dios, está todo empapado… ¿Cómo se seca un colchón? ¿Debo sacarlo a tender?

Me preguntaba a mi mismo en voz alta, mientras quitaba las sábanas para tenderlas. Mocoso del diablo.

Tras una gran batalla moral, me atreví a llamar a mi madre. Sabiendo que esta se burlaron de mí, por no ser capaz de controlar a un niño de 3 años y solo llevando un día sin su madre.

Tras escuchar los tonos, por fin escuche la voz de mi progenitora.

—- Hombre, Min Yoongi… Ya era hora de que dieras señales de vida. No se nada de ti desde que me enteré por Haelyn de que iba a ser abuela otra vez.

—- El trabajo, ya sabes Omma, es complicado… —Me excuse torpemente.

Era una excusa de mierda, no la llame por pereza. Me centré estos últimos meses en estar solo atento a Haelyn y me obsesiones tal vez un poco en protegerla. Intentaba que ella saliera lo menos posible de casa, ponía tontas excusas para que nos quedáramos en el sofá viendo cualquier tontería en la tele.

A veces colgaban y otras Haelyn me ignoraba y se iba a trabajar. En alguna ocasión hasta he fingido estar enfermo.

—- ¡Eso no es excusa para llamar a tu madre!

Rodé los ojos ante su comentario, pero me tuve que concentrar en el pequeño que me miraba desde el marcó de la puerta. Hay qupe que debía actuar.

—- Omma estoy muy triste, Kyree tiró agua en mi cama y ahora voy a tener que dormir en el suelo. —Me queje de forma infantil, para que él entendiera la gravedad del asunto.

Aunque realmente fuera una tontería.

—- ¿Le vas a regañar? —preguntó mi progenitora, entendiendo el juego mental que le estaba haciendo. Ella me hacía eso de pequeño.

—- No lo sé, solo quiero llorar porque no tendré dónde dormir, Omma…

Miraba de reojo como el pequeño ponía un puchero triste y se tocaba las manitas nervioso. El lado positivo es que Kyree sentía empatía y culpabilidad, algo que nos alejaba más del autismo. Hace nada una de sus profesoras nos preguntó si él era autista o tenía alguna clase de discapacidad social.

La verdad es que nunca nos habíamos replanteado eso, porque en casa es un niño travieso, activo y afectivo.

—- No le hagas sufrir tanto anda, ¡se bueno con mi nieto eh!

—- Omma no me grites, voy a llorar todos son malos conmigo. Yo n–

El pequeño me interrumpió tirando un poco de mi pantalón de pijama. Sus pequeños ojos brillaban por el repentino llanto provocado por mi.

—- Appa no llores… Lo siento mucho —berreo mientras lo cogía en brazos.

Ahora es cuando me siento un padre horrible, pero fue por su bien. Debe entender sin ser regañado cuando hace algo mal y debe pedir disculpas.