Un chico con un gran problema para conciliar el sueño.
Ella, el principal problema del chico. Sus vidas se entrelazan después de un terrible accidente y un horrible llanto desconsolado.
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Fue sin duda el abrazo más largo que di jamás. Pero el más reconfortante. Me dio un té para que me tranquilizara un poco y aproveche para darle el pecho a Kyree, eso siempre me relaja.
— ¿Cómo te sientes con tu cuerpo? Las últimas veces me comentaste que te sentías mal con los cambios en el.
— Durante estos días enferma pensé bastante la propuesta que me hizo de ir a las clases de yoga y a la rehabilitación después del parto, creo que podrían ayudarme… en cuanto a intimar, encontré una forma de que no me sea tan doloroso.
— ¿Lo hicieron de nuevo?
— Si, de hecho esta madrugada… Estoy en espera de tomar la pastilla del día después
— No lo retrases mucho, tómala en cuanto puedas… ¿Y fue bien? ¿No te dolió?
— La verdad es que sí, dolió, pero no fue tan intenso como la vez pasada, esa vez sí que dolió bastante.
— Pues con la rehabilitación ya verás que pronto no sentirás nada y volverás a ser más activa en el ámbito sexual.
— El problema es que no se si a él le gusta así… en esta ocasión me lancé sin pensarlo, solo tenía en la cabeza el pensamiento de que él había dicho que estaría conmigo, fue algo bonito y me emocionó de una forma diferente.
— Habla con él, cielo. Yo en eso no puedo meterme, porque no sé la situación emocional de Min Yoongi. Pero hablando os entenderéis, no te cortes, sé sincera y directa.
Asentí, dejamos la charla ahí, puesto que ella debía atender otras cosas de su vida privada. Ya que era su día libre. Nos despedimos y salí de nuevo caminando junto a la niña, no tan niña y el pequeño Kyree.
Apenas tardamos en llegar a ese tienda de convivencia, donde Donghae me abrazó al verme.
— No sabes lo preocupado que estuve cuando llegué a casa y no había rastro de ti… Y ni siquiera respondias mis llamadas.
— Lo sé y lo siento mucho, Yoongi vino por mí y me llevó a casa de sus padres para estar más vigilada y Kyree estuviera más cuidado.
El suspiro con resignación, me señaló una mesa vacía en la pequeña terraza improvisada con varias mesas. Algo típico en corea. Tomé asiento, mientras Minah entraba por algo de comer.
— En verdad lo siento Donghae.
— No te preocupes, entiendo que Yoongi quisiera cuidar expresamente de ti. Yo estudio medicina, pero no tenía tiempo para encargarme de ti y de Kyree.
— De momento olvidemos lo ocurrido.
Él asintió, cambiando de semblante a uno más animado.
