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Masticó un sabroso curry caliente y picante, de muy buen humor. Era una comida reconfortante y deliciosa preparada por esas manos que lo volvían loco y lo hacían babear. 

—Hoy hice un amigo— Soltó Shanks muy alegre. 

Buggy lo miró pero luego lo ignoró de inmediato, si no estuvieran enojados le habría celebrado su gran hazaña, pero ese día no. Hizo una mueca orgulloso. 

Uta removió su comida incomoda. No quería hablar de amigos en ese entonces, eso la ponía triste —Papá quiero que siempre me lleves al parque de los piratas. Allí están mis mejores amigos.  

—Seguro mi princesa— Contestó sin darle la negativa a su pequeña. —Hiciste bien la compra y volviste completo. Eso es bueno. 

Shanks comenzó a mover la cola en su asiento. Todos esos arañazos en sus brazos valieron la maldita pena.

Al terminar la cena, Buggy se arregló para salir al antro a su trabajo. El pelirrojo estaba parado encima del sillón cantando a todo pulmón para Uta la canción "Grado Tres" del grupo Glup, aprovechando de dedicarle en secreto aquella letra a Buggy. 

—¿Acaso quieres enseñarle a hablar en español a Uta?— Le preguntó ya que por lo general Shanks siempre le cantaba canciones en ese idioma a la niña. 

El pelirrojo aterrizó —¿Español?

Buggy frunció el ceño —Estás cantándole en español idiota, ¿No entiendes lo que estás cantando?

—Oh, es cierto. Lo había olvidado—. Sonrió como bobo —claro que entiendo lo que estoy cantando, por eso me gustan esos grupos música. Me encantan sus letras—. Se bajó del sillón cogiendo a Uta en sus brazos. —A veces se me olvida que Shaky me enseñó español. Ayer me preguntaron cuantos idiomas hablaba y dije que uno. 

—Ser idiota te queda natural, así que no espero menos— meneó la cabeza sacudiendo su coleta alta. —Trata de enseñarle de a poco para que la niña entienda las horrorosas letras que le cantas con tanto fervor— Le dio un beso en la frente a Uta. —Cariño, quedas a cargo. 

—Sí— Respondió Shanks y de pronto su rostro se puso muy colorado en la medida que Buggy hacía una expresión de asco. 

—Le decía a Uta, subnormal— Contestó pero el pelirrojo saltó al sillón bailando como un mandril con la niña en sus brazos en lo que ella se reía. —¿Escuchaste eso, preciosa? ¡Estás a cargo princesa! 

Shanks saltó de regreso a su improvisado escenario. Con las patas arriba del sillón, bailando con su pequeña princesa en sus brazos para siguiendo con otra canción. —"Hace frío y estoy lejos de casa. Hace tiempo que estoy sentado sobre esta piedra. Yo me preguntó ¿Para qué sirven las guerras? Tengo un cohete en el pantalón..." —. Buggy pudo reconocer la letra, iba a patearlo si la niña aprendía esa canción de mierda, "Mil Horas" de Andrés Calamaro. Si a su princesa llegaban a comenzarle a gustar esos grupos lo iba a colgar de las pelotas en la calle. 

Le parecía absurda la forma de aprender que tenía el pelirrojo, siempre aprendió los idiomas que les enseñó Shaky gracias a la fonética. De alguna manera aprendía solo escuchando, pusiera o no atención, le iba a doler la cabeza de pura rabia de recordar todo el trabajo que le tomo a él aprender lo mismo para no quedarse atrás. 

Ese mismo día en el antro cuando ya estuvo listo y preparado para salir junto a su compañero, ambos chicos alcanzaron a dar un paso fuera de las bambalinas sintiendo un brazo poderoso que los agarró a los dos. Aquella mirada intensa llena de maquillaje y un exagerado conjunto de pestañas postizas los observó con intensa indignación mientras apretaba esos labios gruesos de tanto labial. 

Custodia compartida.(Efecto mandela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora