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Por la mañana Buggy llegó al mismo tiempo que Shanks del turno de nocturno en el NKL. El pelirrojo le saludó animadamente y se comió la risa por su apariencia, él no tenía corazón de reírse de su amor. 

Buggy lo vio mover su mano en su dirección como un perro agitando su cola al recibir a su amo. Rezongó hacia un lado, guardando sus manos que sostenían los globos de la pijamada que llevaba para Uta. No alcanzó a llegar antes que él para lavarse los garabatos que le dibujó en la cara Crocodile antes de marcharse, se tuvo que ir como estaba o otra forma el moreno le hubiera hecho más rayones. 

—¿Lo pasaste bien?— Le preguntó cuando lo tuvo cerca y vio el atacaso artístico en plenitud. 

—Sí. ¡Estuvo genial!— Abrió cuanto antes la casa y se encerró en el baño. Luchó hasta quitarse la pintura del plumón del rostro. 

Shanks se quedó afuera del baño como un gato que rasguña la puerta para entrar con su humano. —Necesitan cubrir unos turnos en el NKL y me consultaron. Es dinero extra.

Buggy abrió la puerta con la cara llena de jabón —Ya te dije antes que no tomaras turnos extras hasta que acabaras tus estudios. Me lo prometiste, bastardo.

El pelirrojo quería discutirle que era lo mejor para los dos, últimamente Buggy le pedía dinero y él quería tener todo el dinero del mundo para poder dárselo. Eventualmente iba a tener que trabajar más, esperaba que le dejara tomar más turnos en el NKL o en el Kamabakka, lo pensó por un momento. Tal vez podría tomar un trabajo adicional a medio tiempo en otro lugar sin que el peliazul se diera cuenta.

Uta se levantó tallándose los ojos. —Hoy no hay escuela, ¿Puedo dormir con ustedes?— Por suerte programó una alarma precisamente para eso. 

No hay espacio suficiente. Esas palabras murieron antes de salir de su boca. Shanks se desanimó por no poder decirlo antes.

—Claro cariño, espera un momento que papá tiene que borrarse estas rayas de la cara— Rabeó un poco más porque Crocodile usó un plumón permanente y no uno a base de agua o alcohol como él hizo con Rosinante. 

Cuando fue a acostarse vio como los dos pelirrojos le dejaron un espacio al medio para él. Eran unos estafadores astutos. Sin oposición ocupó ese lugar libre, en poco tiempo Uta se quedó dormida, pero él no, estaba atrapado en sus pensamientos con sus ojos azules fijos en el horizonte de sus divagaciones. 

Shanks que esperaba pacientemente a que se quedara dormido, ya había bostezado varias veces mientras lo miraba de reojo. —¿Qué ocurre? ¿No duermes?— Si no se quedaba dormido él no podría aprovechar el bonus de aquella exclusiva situación. Como oler su cabello con la excusa de que tenía poco espacio, pegársele tanto como pudiese para poder besar su nuca descubierta. —¿Hay algo que te moleste?

El de cabello azul cubrió sus ojos, ese maldito de Crocodile lo emboscó hasta que le contó el chisme. No tenía idea de lo cotilla que era en realidad. —Fui a la pijamada con Bon y Rosi.

Eso ya lo sabía porque Uta le mostró las fotos enviadas por Buggy, gracias a eso pudo ir a trabajar tranquilo. Su niña era un genio, alguien que usaba el cerebro. 

—Jugábamos al "nunca, nunca". Luego llegó Crocodile y se nos unió, bebimos casi toda la noche hasta que el Croco bastardo se acordó de tu metedera de pata en casa de Dracule— soltó con sus palabras cargadas de rencor. 

Shanks enrojeció hasta las patas y se cubrió la boca desconcertado —no, espera... ¿Él vio algo? ¿Cómo sabía de eso?— Sinceramente el pelirrojo no recordaba nada de lo que hizo ebrio, solo supuso cosas. En su suposición solamente se había frotado como un perro en celo contra Buggy, lo que había hecho más de una vez y tal vez consideró pertinente agregado que le pudo haber toqueteado en algunas partes, solo eso. Se cubrió la cara con horror. No sabía hasta cuando iba a seguir disculpándose con él —maldición, yo lo lamento mucho Buggy, yo no quería... 

Custodia compartida.(Efecto mandela)Where stories live. Discover now