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Yasop ya se había burlado de él en el camino y ahora al parecer era turno del resto de la banda, ya que estaban todos los infelices juntos e iban con certeza a reírse del cómo estaba vestido ese día. 

Con una expresión de hombre rudo se paró frente a los demás y todos captaron con atención su nueva tendencia.

Shanks levantó la mano al ver esas sonrisas burlesca hacia su persona. —Antes que se rían de mí...—. Todos comenzaron a aguantarse las ganas de romper en carcajadas en ese momento solo para enterarse de la idiotez que iba a decir a continuación. —Me quedé sin ropa limpia, por eso estoy vestido de esta manera. Era esto o ponerme la ropa sucia que he usado toda la semana. 

Benn sujetó el puente de su nariz aguardando con un poco de cordura, ya que no le quedaba paciencia —¿No han lavado la ropa en tu casa?, ¿A quién le tocaba esta vez?

El pelirrojo se señaló pero luego negó —Me toma mucho tiempo cocinar y estoy a cargo de todo mientras Buggy está trabajando en ese maldito lugar. 

Yasopp se reclinó en el mesón de su propio local que a esa hora se encontraba cerrado para reunirse con sus amigos. Estrechó la vista arrugando el entrecejo—A ver, espera un momento... ¿Estás diciendo que esta tenida no es tu mejor opción?— Todos miraron a detalle el cómo iba vestido el pelirrojo. Porque no se veía para nada mal, en lo absoluto. De hecho lo molestaban porque era todo lo contrario, el imbécil vestía como un puto semental en ese momento.—¿O sea que no te vestirías así a menos que se te acabe toda la demás ropa?

Shanks asintió, odiaba aquella ropa que traía. Era fea e insípida. Vio como todos pasaron de tener ganas de querer reírse de él a desear destruirlo por idiota y bruto. 

Lucky masticando carne seca en su boca preguntó —¿Quién te la compró entonces?— Claramente no había sido el mismo pelirrojo si tanto la detestaba. Sería muy gracioso si se hubiera tratado de su mamá, porque Shanks podía salir con algo así. 

—Buggy... — Confesó con un sonrojo desviando su mirada a otro lado mientras jugaba con su flequillo rojo. 

Todos sin excepción se golpearon el rostro al mismo tiempo en lo que este alzó los hombros sin encontrar la razón de su frustración. 

—Míralo presumiendo su ropa cara y de buen gusto que le compró su bello esposo delante de todos. ¡Y encima tiene cara para aparentar que no lo está disfrutando!— Yasopp soltó con evidente envidia. Banchina era un ángel pero ella no le compraba ropa, menos le busca buenas ropas para que se luciera. 

Benn encendió un cigarro, aquella confesión le dio un estrés impresionante. —¿No has pensado que Buggy le gusta verte vestido así? ¿O qué podrías seducirlo de esa manera?— evidentemente allí estaba la firma de los gustos del otro Silvers, ya que Shanks ni en sus mejores días se vestiría así y Buggy tampoco usaba ese tipo de ropa. 

Shanks abrió sus ojos marrones rojizos tan grandes evaluándose a sí mismo. 

—¡Exacto!— Hongo levantó la voz. —Eso es ropa cara, idiota. Quizás no te lo dijo pero definitivamente quiere que vistas con eso, ¿No?

Descartó esa posibilidad sin pensarlo. —¿No me veo mal?— El pelirrojo en verdad extrañaba sus pantalones cortos con estampados simples. Eran coloridos, cálidos y sencillos, podía combinarlos con todo.

—Eres más denso de lo que pareces. ¡Claro que sí, idiota!— Yasopp se sujetó la cabeza —con lo que llevas puesto se ven claramente tus proporciones. A ver ¿Cómo decirlo?— Hizo una mueca para tratar de no soltar aquello y hacer de todo eso un asunto incomodo entre amigos. 

Por suerte con los chicos tenía una buena sincronía. Eran una maldita banda de músicos, todos tocaban la misma melodía mierdera de vagos funas y espantaviejas. Yassop no tuvo que pensar demasiado porque el resto de los chicos dispararon usando su mismo estilo como el ritmo de una canción.

Custodia compartida.(Efecto mandela)Where stories live. Discover now