Custodia compartida.(Efecto mandela)

62

Esa mañana rodó sobre su estómago hasta que chocó con las piernas ajenas y peludas, se incorporó al descubrir que el pelirrojo había ido a dormir ya y a su lado. En pocas palabras se quedó dormido

El día anterior el turno en el Kamabakka se extendió más por ser un fin de semana cerca de un feriado, por lo que las personas tenían más ánimos para celebrar y embriagarse. Frotó su cabello, iba a levantarse para ir a por el desayuno aunque estuviera muerto de sueño cuando el brazo de Shanks lo tumbó en un solo movimiento acercándolo ligeramente a él.

—No te levantes aún si estás cansado— dijo casi como si fuese un suspiro —Comí donde Yasopp y hoy no tengo turno. 

Era cierto, Shanks no tenía turno ese día y él tampoco, así que no tenía qué levantarse temprano, al menos esa mañana. Uta había ido al cumpleaños de Usopp que terminó convirtiéndose en una pijamada, después de la fiesta Ray y Shaky quedaron de llevar a la pequeña al zoológico, por lo que no habían motivos para levantarse a hacer su desayuno. Tal vez su cuerpo lo tenía más presente que él y por eso solo siguió de largo.

Se arropó de regreso y cerró los ojos. 

Últimamente leía tanto y jugaba con los valores que su cerebro estaba cansado. Por fuera podía parecer que se encontraba desocupado pero no era así. Estuvo a punto de quedarse dormido cuando Shanks le habló. 

—¿Buggy, estás despierto?— Le preguntó ya que el peliazul siquiera hizo un movimiento para quitar su brazo que continuaba descansando sobre su espalda. Aquella mano estaba poniéndose cada vez más caliente en medio de la incertidumbre.

Lo escuchó quejarse perezosamente, de pronto volteó la cabeza —¿Qué quieres?

Le sonrió —Ahora no puedo dormir— Eso no era cierto. Solo quería conversar un poco con él sin interrupciones. 

—¿Tú? ¿El que duerme a penas pone la cabeza en la almohada? Me cuesta creerlo. 

Shanks frunció el ceño. Eso era verdad y ciertamente Buggy estaba más alerta que nunca. —Me cuesta dormir porque estoy pensando en alguien— soltó esperando una reacción, una pregunta o al menos qué mostrara una pizca de interés. Nada, después de unos largos minutos continuó, sin esperanza que lo estuviera escuchando. 

—No me interesa— Replicó Buggy. No era momento que le gustara alguien. ¿Qué pasaba con Uta?

—¿Entonces no quieres hablar de lo que te dijo papá cuando nos quedamos allá?— Estaba seguro que fue cosa de Ray. El primer distanciamiento de Buggy se debía a su padre y luego todo lo empeoró por sí mismo y por ebrio. 

Buggy iba a dormir. No tenía por qué darle explicaciones de lo que habló con Ray, después de todo su viejo tenía razón, no podía seguirle el juego para siempre a Shanks.

El pelirrojo esperó pacientemente que el otro le dijese qué fue lo que le atormentó, pero supuso a tiempo antes que volviese a quedarse dormido, que no le iba a contar. Cambió de tema entonces, retomando el anterior. —Me gusta una persona y no sé cómo acercarme de la forma correcta—Shanks soltó la bomba. 

—Será porque eres un idiota que piensa a la ligera de todo. 

Lo estaba escuchando, Shanks abrió los ojos y se quedó en silencio. 

Buggy esperó a qué dijése algo, tal vez era todo lo que tenía que decir al respecto. 

Cerró los ojos nuevamente haciéndose preguntas. Shanks enamorado le resultaba algo muy curioso. ¿Alguna vez lo había visto enamorado antes? ¿Se habría dado cuenta? Vamos, Shanks era muy reservado con su propio sentir, cuando algo realmente le importaba se volvía muy discreto. Sin lugar a dudas, no tenía la menor idea si alguna vez el pelirrojo le habría llegado a interesar alguien en el ámbito romántico. Estuvo un par de años con Hanako cumpliendo un rol de pareja y padre cuando nunca le llegó a gustar la susodicha, así que si de algo estaba seguro era que no sabía nada al respecto. Así como él no lograba conectar con nadie en lo romántico. Sí le llegó a gustar mucho de esas personas con las que sintió alguna vez interés, pero nunca desarrolló amor a un nivel profundo con ellos. Quizás a Shanks le pasaba igual.