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*narra Maria*

No había visto a Gavi tan enfadado y celoso como en ese momento, fui detrás de él aunque sabía que era imposible frenarlo.

— ¿Que haces con mi novia gilipollas? -dijo Gavi cuando estaba cerca de ellos, Lucía se puso en medio antes de que esté le pegara un puñetazo-
— Gavi cálmate -dijo Lucia- ¿María que haces aquí? -mirándome a mi-
— No te desvíes del tema -dijo Gavi- ¿que qué haces con este aquí?
— ¿No puedo estar con un amigo?
— Claro que puedes pero si me lo ocultas es que muy amigo no es -le dijo a Lucia y luego miro a Quevedo- y tú tienes la poca vergüenza de estar con una chica que tiene novio, Lucia es mia
— Lucia no es tuya chaval si está conmigo es por algo -dijo y Gavi le dio un golpe en la nariz que Quevedo no lo vio venir, se crujió la nariz y esta empezó a ponerse colorada y claro él se la devolvió a Gavi dándole en el labio haciendo que el de este sangrará, fue a darle un segundo golpe pero Lucia paró a Quevedo-
— Parad ya -dijo Lucia- vamonos -dijo cogiendo a Quevedo del brazo- ¿te llamo luego? -esta vez hablándome a mi así que asentí- adiós

— Y encima se va con el es que no es normal -dijo Gavi-
— Es que tú también tienes unos celos enfermizos no estaban haciendo nada
— ¿Que tengo unos celos enfermizos? Pero si le dije que borrara su número y en vez de eso encima sale con el
— Son amigos no tiene nada de malo
— Supongo que tendrás razón -dijo quejándose-
— ¿Te duele mucho? -dije mirando sus labios, le estaba sangrando un poco-
— No mucho -dijo y sonrei- ¿que pasa?
— Que eres un mentiroso -lo mire- tienes que curarte eso
— ¿Me vas a hacer de enfermera? -dijo mirándome y se río- vamos a mi casa

Nos montamos en su moto y fuimos a su casa, al llegar Pedri estaba allí y nos miro entre confundido y riéndose.

— ¿Eso te lo ha echo María? -dijo Pedri riéndose-
— Si es que es muy apasionada dando besos - se empezaron a reír los dos y le di una colleja- ay
— Se ha pegado con Quevedo porque lo vio con Lucia -dije-
— Gavi tus celos son un poco enfermizos -Gavi lo miro mal-
— ¿Ves? No solo lo digo yo, solo te digo que la has liado
— Ella también
— Si pero tú más deberías de ir a pedirle perdón
— Tienes razón luego lo haré
— Venga voy a curarte eso -cogí cristalmina y gasas para curarle la herida-

Gavi se sentó y me puse en medio de sus piernas de pie para curarle, puse la cristalmina en sus labios y él puso cara de dolor, le pase la gasa por los labios con la mirada atenta de Gavi haciéndome sonreír.

— Tiene una sonrisa bonita -dijo-
— Gracias
— A ti por curarme -nos quedamos mirándonos unos segundos, sin decir ni decir nada hasta que Pedri llegó haciendo que me separara-
— María avísame cuando quieras que te lleve
— Tranquilo yo la llevo -dijo Gavi-
— El día que te pillen sin carnet -comento Pedri-

Gavi y yo nos subimos en su coche, ninguno dijo nada en todo el camino hasta llegar a mi casa, todo estaba siendo un poco raro e incómodo.

— Gracias otra vez por ayudarme -dijo Gavi-
— A ti por traerme -sonrei y otra vez nos quedamos mirándonos- Bueno hasta mañana arréglalo con Lucia y no seas un capullo
— Hasta mañana

Me baje del coche y entre en mi casa. Llame a Lucia y tras varias llamadas me lo cogió.

— ¿María?
— ¿Oye como estas?
— No lo se -la oí suspirar- Gavi se ha comportado como un gilipollas y ahora Quevedo no quiere saber nada de mi porque tengo novio
— ¿No le dijiste que tenías novio?
— Obvie esa parte
— Lucia tía
— Yo que iba a saber que ibais a estar en el mismo sitio que nosotros por cierto ¿que hacíais allí?
— Nada solo que nos encontramos y justamente te vio -dije- intenté frenarlo pero era demasiado tarde
— Creo que ambos tenemos parte de culpa
— Deberíais de hablarlo
— Es que no se si quiero arreglarlo
— ¿No sabes si quieres arreglarlo?
— Es que estoy un poco rayada con Quevedo no sé si estoy empezando a sentir cosas por el
— Pues deberías decidirte si quieres a uno u a otro
— Es que por un lado Gavi es un amor se porta muy bien conmigo pero es muy celoso
— Y a Quevedo no lo conoces ¿vas a arriesgar tu relación con Gavi por eso?
— Eso es lo que no se -sonó el timbre de casa de Lucía- te tengo que dejar están llamando a la puerta
— Vale adiós

La casualidad Kde žijí příběhy. Začni objevovat