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*narra María*

Era todo un poco incómodo, Gavi se había ofrecido a llevarme a casa de Pablo para hablar con él y eso fue lo que hicimos, nos subimos en su coche y él condujo hasta mi casa.

— ¿Que te ha pasado con Lucia? -le pregunté-
— Que estoy harto de siempre estar igual con ella
— ¿En qué sentido? -le pregunté-
— En que no se si me merece la pena seguir así
— ¿Seguir con que? ¿No te estarás planteando dejarla no?
— Sus celos, aún no se ha enterado de que tú y yo solo somos amigos -me dejo un poco sin palabras por eso es por lo que no paran de pelear- y no sé ahora mismo estoy muy enfadado con ella para tomar una decisión así
— ¿En serio piensa que tú y yo somos algo más? -dije-
— Si que lo piensa y dice que es normal que lo piense porque los del Barça e incluso los periodistas lo piensan -me quede aún más sin palabras-
— ¿Los del Barça lo piensan? -le pregunté, sabía que los periodistas si lo hacían es más siempre los perseguían para ver si confirmábamos de alguna manera lo nuestro-
— No lo sé nunca se lo he preguntado la verdad -dijo-
— ¿Y si es verdad? -le pregunté- nosotros no nos vemos desde fuera
— No -dijo- nos tratamos como dos mejores amigos normales
— Dos mejores amigos normales que se han besado -le dije dándome cuenta de cual era el miedo de Lucia- creo que el miedo de Lucia es que vuelva a pasar
— No va a pasar, me he aguantado muchas veces y lo seguiré haciendo si vuelve a ocurrir  -me confesó poniéndome roja-
— ¿Te has aguantado muchas veces?
— Más de las que me gustaría admitir -dijo-
— No lo estás arreglando -dije riéndome-
— Tampoco es que quiera -dijo- es la verdad me atraes no puedo evitarlo pero Lucia debe saber que es con ella con quien estoy -la conversación se estaba empezando a desviar-
— Deberías de hablar con ella las cosas tranquilamente sin pelearos
— Eso va a ser difícil
— Pero no imposible -le dije y llegamos a mi casa cosa que agradecí- ¿quieres pasar?
— Claro -dijo-

Nos bajamos del coche y entramos en mi casa, tras saludar a mis padres y ganarme unas miradas de confusión por su parte fuimos a mi habitación.

— Voy a cambiarme y nos vamos -dije cuando Gavi se sentó en mi cama-
— Vale -dijo y me metí en el baño a cambiarme y a ponerme ropa mia, llevaba dos dias poniéndome ropa de Pedri-
— Estas muy guapa -dijo cuando salí-
— Gracias -dije sonriéndole y empecé a ponerme nerviosa-
— ¿Que te pasa? -me pregunto-
— No se como se va a tomar Pablo lo que tengo que decirle -se levanto y vino hacia mi-
— No lo sé pero lo que si sé es que si te quiere lo aceptará -dijo- si tú eres feliz con Pedri no vas a estar con Pablo haciéndole ilusiones
— Lo se pero me da pena -dije- me sentía muy bien con el
— Es lo mejor -dijo dándome un beso en la mejilla- ¿vamos?
— Si vamos -dije-

Nos despedimos de mis padres y estos me preguntaron si dormiría en casa, ahora que estaba con Pedri, aunque no de manera oficial todavía, no sabía que iba a pasar ¿volvería a la casa? ¿Me quedaría en la mía? Pero era un problema que solucionaría más tarde, mi mayor problema era lo de Pablo Torre

Nos volvimos a montar en el coche y Gavi condujo hasta la casa de Pablo, cada vez que nos íbamos acercando más me ponía más nerviosa, Gavi pareció notarlo ya que puso mi mano en la caja de cambios y luego puso la suya

— Tranquila no será para tanto -dijo sonriendo y le sonreí, llegamos a casa de Pablo y Gavi aparco- te espero aquí ¿vale?
— Vale -dije-
— Suerte -le sonreí antes de entrar-

Me quede en la puerta un buen rato planteándome si era o no era buena idea hacer esto ahora pero ya que había ido no había vuelta atrás, llame a la puerta y un Pablo sorprendido por verme me abrió

— María -dijo cogiéndome por la cintura y dándome un beso- ¿que haces aquí?
— Tenemos que hablar -le dije y me miro serio-
— Cla...claro ven pasa -dijo dejándome entrar en su casa- ¿de que es lo que quieres hablar? -dijo mientras nos sentábamos en el sofá y cogía sus manos-
— Sabes que nos estamos liando desde hace unas semanas -dije-
— Si y han sido unas semanas maravillosas -dijo-
— Claro que lo han sido pero -dije suspirando-
— Has vuelto con Pedri
— No definitivamente pero algo así -dije- lo siento -se me cayó una lagrima al ver su cara seria-
— Tranquila -dijo acercándose a mi- era una cosa que sabía que iba a pasar sólo quería disfrutar el momento contigo
— No tienes porque mentirme -le dije- me quedó más tranquila si me dices todo lo que piensas de verdad
— Quería ser tu novio y hacer oficial lo nuestro -dijo- que vinieses a más partidos con mi camiseta y que fuésemos a premios juntos -suspiro- pero nunca quise pedirte eso porque en el fondo sabía que tarde o temprano tendrías que elegir y sabía que yo no sería una prioridad
— Te prometo que lo intente -dije- soy muy feliz a tu lado
— No lo suficiente como para elegir a Pedri -dijo triste-
— Lo era de verdad, me encanta como eres, tu forma de jugar y eres guapísimo pero sobretodo me encanta que me entiendas y me encanta tu forma de ser pero creo que no te veo de la misma forma de la que tú me ves a mi
— Era de esperar -dijo- me va a ser difícil ahora verte con Pedri pero lo superaré
— Lo único que no quiero es perderte -dije- podemos ser amigos
— Ahora mismo no puedo tienes que entenderme
— Lo entiendo -dije triste- es normal
— Fue bonito mientras duro -le di un abrazo el cual me fue correspondido, nos llevamos un buen rato así y a pesar de que se suponía que era lo que quería hacer me sabía muy mal y no me sentía nada bien haciéndolo, nunca había rechazado a nadie y menos a alguien como él-
— Te quiero mucho -dije dándole un beso en la mejilla antes de separarnos-
— Y yo -dijo sonriendo- y tranquila seremos los mejores amigos del mundo cuando te olvide
— Estoy deseando que lo seamos -me levante- tengo que irme tienes entreno dentro de poco
— Si -dijo levantandose a la misma vez que yo- nos veremos
— Antes de irme -dije- Siempre te apoyaré en los partidos independientemente de lo que seamos
— Gracias -dijo- me sirve de inspiración -sonrei-
— Adiós -me dijo antes de que cerrase la puerta y me fuese de allí-

La casualidad Where stories live. Discover now