La casualidad

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*narra Gavi*

Lucia estaba un poco rara, se había sentado a beber con Fer y no parecía estar muy contenta, no entendía el porqué ayer pareció gustarle la feria no sabía que era lo que le pasaba hoy

Me fui con Pedri y María a charlar cuando Ana apareció para que bailase con ella. Lucia estaba un poco enfadada así que no quería bailar con Ana y se pensase cosas que no son así que decidí rechazarla y hacer que María y ella bailasen, sería divertido ver cómo Ana que odia a María baila con ella

— Está os la pienso devolver -nos dijo a Pedri y a mí antes de irse-

Pedri y yo nos reímos y la vimos bailar con Ana mientras hablábamos de nuestras cosas.

— La feria está muy bien -dijo el-
— Claro que lo está -dije-
— ¿Sabes que María nos va a matar no?
— Bueno a lo mejor se acaban llevando bien
— Deberías de hablar con Ana -me aconsejo- Lucia no parece muy contenta y al final con la tontería vas a acabar perdiéndola
— Lo se -dije- quiero hablar con ella, mañana lo haré
— Es lo mejor así no le haces ilusiones a ella y no enfadas a Lucia -dijo y miro a su novia- están hablando ¿de que crees que estarán hablando?
— Pues no se si estarán hablando bien o mal
— No lo se -dijo- no veo a María muy cómoda -añadio- baila muy bien
— Si que lo hace
— Me da vergüenza bailar con ella
— Pero os lo pasáis bien como Lucia y yo eso es lo importante
— Ya -dijo- está guapísima el rojo le sienta muy bien -añadio y miro mi corbata acordándose- me la deberías de haber dejado
— No sabía que iba a ir de rojo -dije-
— Parecéis hermanos los dos iguales -si, hermanos-
— Esto no se hace así -dije- tienes que ir a juego con tu novia no con tu hermana
— ¿Y entonces por qué has coincidido?
— No se creía que Lucia se iba a vestir así
— ¿Entonces tengo que ir a juego con María? -asenti-

Seguimos hablando y Pedri se fue con el novio de mi hermana cuando María apareció después de bailar con Ana.

Estuvimos charlando durante un rato hasta que por fin conseguí que bailase conmigo, había bailado con todo el mundo menos con ella y no me iba a ir con esa espinita hoy de la feria.

Empezamos a bailar, cada vez que la agarraba de la cintura o terminábamos una sevillana y nos mirábamos sonreíamos, fue muy divertido. Tan divertido que estuvimos gran parte de la noche bailando juntos.

Después de eso baile con mi hermana, la cual me miro con desaprobación en el momento en que me había visto bailar con María muchas veces.

— ¿Te gusta que te emparejen con María a que si? -dijo-
— ¿Por que lo dices?
— Porque hacéis lo que os da la gana sin ocultar nada
— Es que no tengo que ocultar nada aurora
— Como lo de la corbata, ¿no podias haberte cambiado de corbata?
— Es mi corbata favorita no iba a hacerlo además María ya me había echo el nudo
— Pablo te voy a recomendar una cosa y es que dejes de ser así con María al menos en público, no sabes la de gente que está comentando vuestra publicación y la de gente que os ha grabado bailando
— Aurora no voy a dejar de hacer cosas por que los fans sean unos pesados, cuando me hice más famoso prometí que no iba a dejar de vivir la vida como un chaval de 18 años que soy
— Lo entiendo Pablo pero tienes que entender que ahora tienes mucha influencia en la gente
— Lo se tengo cuidado cuando voy de fiesta e intento no hacer cosas malas pero no voy a dejar de vivir mi vida por gente cotilla
— Haz lo que quieras yo solo te aconsejo

La feria terminó un rato después y vi como Lucia se había cogido la borrachera del siglo, la agarre de la mano y ella me la quitó

— ¿Que pasa? -le pregunté-
— Que no quiero verte
— Amor ¿por qué no?
— Porque no porque tú prefieres a María antes que a mi -dijo balbuceando pero logré entenderla-
— Estas borracha agárrate que te vas a caer
— Que no quiero -dijo-
— Eres cabezota
— Mucho así que déjame vete con María que seguro que ella si quiere tu compañía -la cogí cual princesa y ella empezó a patalear- Pablo suéltame
—  No voy a hacerlo -dije-
— Haz lo que te dé la gana -dijo rindiéndose-

Llegamos a mi casa y entramos en silencio ya que no queríamos molestar a mis padres, me despedí de los demás con Lucia agarrada de mi mano, creo que definitivamente se había rendido

Llegamos a la habitación y ella empezó a mirarme, yo la mire divertido ya que sabía lo que quería cuando me miraba así, se acercó a mi y me quitó la corbata

— Odio verte con esa corbata -dijo- y aunque esa camisa te quede que maravilla y estés buenísimo también te sobra -añadio quitándomela-

Poco a poco ambos fuimos quedándonos sin ropa, estaba un poco cansado pero ¿quien se resistiría a Lucia? Obviamente yo no así que acabamos teniendo un fin de feria inesperado

*narra Maria*

Me había encantado bailar con Gavi, era el único de los chicos que sabía bailar y lo hacía muy bien. Estuvimos mucho tiempo juntos bailando y me divertí mucho el siempre conseguía sacarme una sonrisa.

Cuando terminamos la última sevillana tuvimos que parar porque estábamos cansados, nos llevamos un buen rato riéndonos y hablando de nuestras cosas cuando Pedri llegó hasta nosotros

— Rubia ¿bailamos? -me dijo-
— Claro que si -dije despidiéndome de Gavi-

Me lo pasé muy bien bailando con Pedri sevillanas, el pobre no sabía pero eso lo hacía más divertido, se dedicaba a tocarme, a hacerme girar y a pegarme a él lo máximo que podía.

Terminamos de bailar y decidimos perdernos por la feria, íbamos agarrados de la mano viendo a la gente y echándonos alguna que otra foto con gente que reconocía a Pedri, me encantaba ver cómo los niños se ilusionaban con él pero más me gustaba ver cómo se comportaba con los niños, eso es una de las cosas que más me gustan de él.

Fue a explotar globos y a tirar canastas en las porterías, me lo estaba pasando muy bien viendo como lo intentaba y como se cabreaba cada vez que fallaba hasta que finalmente consiguió un peluche que me regaló el cual era muy mono.

— Pensaba que esto de los globitos iba a ser más fácil
— Bueno al final lo has conseguido es muy bonito
— Tu si que eres bonita -dijo dándome un beso- ¿volvemos con los demás? Voy a decirle a mi hermano que por fin he ganado en el juego de los globos
— ¿Por fin? -dije-
— Si por fin llevo jugando a esto desde que era niño y nunca conseguía nada hasta hoy
— Te he traído suerte supongo
— Claro que si -dijo- si eres mi amuleto
— Que tonto eres -añadi-

Empezamos a andar cuando escuchamos a alguien que nos llamaba y nos dimos la vuelta descubriendo de quien venía esa voz

— Hola parejita ¿que tal estáis?