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*narra Gavi*

— Amor tengo que contarte algo que vas a flipar
-dije mientras cerraba la puerta de mi
habitación-
— ¿Que pasa? -dijo medió adormilada y me senté en la cama mirándola-
— ¿A que no sabes que? -dije haciéndome el misterioso-
— Venga ya suéltalo -dijo impaciente-
— Se han liado -la mire- se han liado por fin
— ¿Que? -dijo- oy oy ¿como lo sabes?
— Ven ven -dije tirando de ella para que se levantara-

A duras penas pero intrigada se levantó de la cama y ambos fuimos sigilosamente a la habitación de Pedri y abrimos la puerta viendo la misma escena que yo había visto hace unos minutos. Mire a Lucía la cual los miraba con la boca abierta

— Que cabrones y no nos han dicho nada -dijo mi novia susurrando-
— Nos lo van a acabar contando supongo -dije- y si no se lo sacaremos -Pedri se movió un poco y rápidamente y entre risas cerramos la puerta y fuimos corriendo a mi habitación- casi nos pillan -dije una vez que estábamos en mi habitación-
— ¿Que vamos a hacer ahora? ¿Les vamos a decir que los hemos visto?
— Vamos a esperar a que ellos nos digan algo
— Espero que sea pronto -dijo- ¿estas nervioso por la premier de hoy?
— Solamente por posar en la alfombra esa que no se me da nada bien
— Seguro que lo haces bien amor
— Si te tengo a mi lado seguro que si -sonrio-
— ¿Iran María y Pedri juntos o separados?
— No lo sé supongo que si nos lo están ocultando a nosotros es porque no quieren que nadie se entere
— Tienes razón
— Siempre la tengo -dije riéndome-

Nos levantamos y Pedri ya estaba abajo, al verlo Lucia y yo no pudimos evitar reírnos ya que nos hacía gracia esta situación.

— Buenos días -dijo confundido-
— ¿Que tal has dormido Pedri? -dije- ¿calentito? -mi novia se rio-
— Bi...bien -dijo- ¿que os pasa?
— ¿No tienes nada que contarnos? -dijo Lucia y Pedri se quedó pensativo-
— No creo que no
— ¿Seguro? -dije y en ese momento María bajo-
— Siempre la última -dijo Lucía-
— Lo siento pero es que la habitación de invitados es la que está más lejos y no me entero -dijo y se echo una mirada cómplice con Pedri-
— Si seguro -dije- deberíamos de irnos vamos a llegar tarde al entreno y no quiero tener que pagar otra vez
— Si vamos -dijo Pedri-
— Os llevo -dijo María-
— Es un poco complicado entrar con el coche por donde nos tienes que dejar -dije- hay demasiada gente
— Hablo el que no tiene carnet -dijo retándome- no pasa nada me pilla de camino
— Si estaría bien -dijo Pedri- no estoy acostumbrado a que me lleven al entrenamiento
— Vale pero me pido delante -dije-
— No delante voy yo no te flipes -dijo Pedri-
— Una carrera -dije y ambos empezamos a correr con las cosas del entreno había el coche de María-
— No eres rival contra mi Pablito -dijo removiéndome el pelo- en ninguno de los sentidos -pero será cabron-
— Que gracioso eres -dijimos y las chicas aparecieron-
— Sois unos niños pequeños -dijo Lucia-
— Te encanta que lo sea -le guiñe el ojo-

Nos montamos en el coche y nos dirigimos al entrenamiento, tal y como dije y como esperaba había muchos fans en la puerta esperando a que los jugadores pasásemos.

— Párate aquí no podemos pasar así como si nada -dije, Pedri y yo teníamos una fama de pararnos con los fans e íbamos a quedar de estupidos si no lo hacíamos-

Nos hicimos fotos y firmamos más de una camiseta y entonces María siguió el recorrido hasta el garaje subterráneo del estadio.

— ¿Te has quedado más o menos con el camino? -le dijo Pedri y ella asintió- pues luego cuando vengáis a la premier hacer lo mismo y os esperaré aquí
— Vale suerte con el entreno -dijo dándole un beso en la mejilla que nos pilló a todos, incluso a Pedri desprevenidos-

Las dos se fueron por el mismo camino por el que entraron, Pedri y yo nos fuimos para el campo y pase mi brazo por alrededor de sus hombros al ver que se había puesto colorado

La casualidad Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt