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*narra Gavi*

Lo lleve a la biblioteca del estadio y cerré la puerta.

— ¿De que quieres hablar conmigo?
— ¿Que cojones te traes con María? -dije enfadado-
— Una bonita historia de amor -dijo sarcásticamente y mi puño fue directo a su cara- acabas de liar una gorda -dijo dándome el a mi-
— Deja a María de una vez en paz -volví a pegarle-
— No puedes soportar que ella esté conmigo -dijo dándome un empujón tirándome al suelo, aún estaba débil por el golpe- se que sientes algo por ella y si la quieres deja que esté conmigo -me dio una patada en las costillas que me hizo retorcerme de dolor- tú no vas a hacerle feliz tanto como yo
— Tu no has visto su cara de sufrimiento cuando está contigo, es mi amiga y no quiero que personas como tú le hagan daño -dije levantándome pero este me dio un puñetazo en la nariz haciéndome sangrar-
— Hagamos una apuesta -dijo- si mi equipo os gana en el siguiente partido dejarás a María en paz y ella estará conmigo
— Y si gano yo desaparecerás de su vida y la dejarás de una puta vez en paz
— Mientras estará conmigo igual que antes
— Pero si veo que le vuelves a hacer daño te partiré la cara
— ¿Quien tu? ¿Pero te has visto? Si solo te he dado dos toquecitos y estás echo polvo -dijo riéndose me estaba empezando a marear otra vez y dicho esto se marcho-

Me lleve unos minutos sentado en una de las sillas sin poder levantarme, estaba completamente dolorido y me dolía al respirar. Alguien abrió la puerta y se dirigió corriendo hacia mi acariciándome la cara.

— Gavi ¿que ha pasado? ¿Que te han echo? ¿Estas bien? -dijo María preocupada-
— Tranquila e...estoy bien
— No no lo estás -dijo con cara de preocupación- vamos los médicos aún no se han ido -intentó levantarme-
— Solo estoy mareado se me pasará -dije mirándola- ¿y Lucia?
— Está buscándote estábamos preocupados no sabíamos dónde estabas
— Pues aquí estoy -dije intentando despreocuparla- ayúdame -cogí su mano y pase mi brazo por su cuello- vi que Marcos te estaba haciendo daño ¿estás bien? -le pregunté mientras caminábamos hacia el coche de Pedri, lo último que quería era que alguno de los del equipo viese que me habían dado una paliza-
— Si tranquilo estoy bien -dijo, sabía que estaba mintiendo-
— Se que no pero no tengo ganas ahora mismo de una pelea de las nuestras, llevo suficientes golpes
— ¿Ha sido Marcos? ¿El te ha echo esto? -dijo súper preocupada-
— No -le mentí- no te voy a decir quien fue

Llegamos al coche y allí estaban Lucia y Pedri esperándome, Lucía vino corriendo hacia donde estábamos María y yo y María se separó de mí para que mi novia y yo estuviésemos juntos, llevaba la camiseta d Mount puesta pero me dio igual en ese momento necesitaba verla y estar con ella

— Mi amor estás bien ¿que te han echo?
— Solo quiero estar solos en casa viendo una película en el sofá -dije-
— No me apetece un plan mejor

El pito de un coche sonó y todos nos giramos para ver quien era, Marcos intercambió una mirada conmigo y tras reírse le indicó a María que se montara en el coche, ella lo hizo sin poner mucha resistencia y me quede súper preocupado, esperaba que no pagara esto con ella.

Pedri, Lucia y yo nos fuimos a casa y tras llamar a un médico colega nuestro y curarme algunas heridas y moretones me tumbé en el sofá con mi novia al lado, Pedri se fue a pasar la tarde con unos amigos así que teníamos la casa sola.

— ¿Vemos una peli? -dije tapándonos con una manta- pero de miedo -sabía que le daban miedo así que se acercaría más a mi-
— Gavi esas me dan miedo
— Así será más divertido -dije riendome pero me quejé de dolor-
— ¿Seguro que estas bien? -dijo preocupada-
— Seguro amor -dije dándole un beso-
— Fue una suerte que María te encontrara -dijo- ¿que tenías que hablar con Mateo?
— Vi algo que no me gusto y quería comentarlo con él, además el siguiente partido es contra el Madrid así que quería hablar con él sobre el partido.
— Marcos me da mala espina, fue muy amable cuando me presento a Mount pero me cae fatal, es un gilipollas algunas veces -suspiro- estoy preocupada por María -dijo- antes se la llevo y cuando volvió tenía una marca en el brazo con un moretón -suspiré-
— Tranquila cariño todo se va a solucionar María es lista -dije- los médicos me dijeron que tenia que hacerme masajes en la entrepierna para que no tuviese dolor -la mire- si te portas bien dejaré que me hagas el masaje tú
— Suena tentador -dijo-
— Lo es -agrege-

Puse la película y estuvimos viéndola, Lucia se agarro algunas veces a mi con miedo y yo no podía tener más ternura al verla así de asustada. Tras terminar la película nos quedamos abrazados en el sofá durante mucho tiempo, ella era mi lugar seguro.

La invite a dormir en casa, no me apetecía nada mejor en el mundo que pasar la noche con ella, aún estaba muy débil y necesitaba la compañía de alguien.

— Gavi ¿y ese masaje? -dijo- me puse un poco celosa cuando esa médica te lo estaba haciendo
—Yo me puse celoso cuando estabas ligando con Mason en mis narices -me acaricio la cara-
— Amor yo siempre te elegiré a ti -dijo y me beso-
— Y yo a ti, bueno me vas a hacer el masaje
— Por supuesto

Me dolía mucho la entrepierna, un jugador del otro equipo me había dado con su rodilla en mi entrepierna y me había estado molestando todo el día. Al menos agradecí que este golpe hubiese sido la excusa para dar explicaciones de quien me había echo eso.

Lucia empezó a masajear mi entrepierna, suspire de dolor pero a la vez de lo bien que lo estaba haciendo. La temperatura estaba empezando a subir y me estaba entrando mucha calor, me quite la camiseta, Mount no era el único que tenía buenos abdominales.

Cuando termino el masaje no tarde ni dos segundos en besarla y ella me siguió el beso igual de intenso. Subimos a mi habitación y la tumbe en la cama dejando besos en su cuello y después de tener una noche diferente de pasión nos fuimos a dormir

La casualidad Where stories live. Discover now