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*narra Maria*

Los del Madrid vinieron hacia donde estábamos nosotros, no me hacía mucha gracia que todos se juntasen con todos ya que aunque la mayoría d ellos se llevasen bien entre ellos

Un Vinicius borracho se acercó a mi, me parecía muy pesado ya y no solo por lo mal que me caía, sino porque su forma de intentar ligar conmigo algunas veces me parecía penosa

— Hola nena -dijo-
— Vini como vuelvas a llamarme nena te juro que te voy a pegar una hostia que se te va a quitar la borrachera en dos segundos
— No se si es por ese vestido que llevas o por el carácter que tienes lo que sé es que me pones a 100
— Pues baja la velocidad -dije y rodeó mi cintura atrayéndome un poco a él-
— ¿Y si no quiero? -dijo y su mano empezó a bajar-
— Sabes de sobra que tengo novio -dije quitando su mano-
— No lo veo por aquí
— Pues ahora si -dijo Gavi detrás de mi-
— Pero bueno Gavi -dijo el- cuanto tiempo

Ví a lo lejos a Lucia, quería hablar con ella o al menos ver que era lo que pasaba si me acercaba mucho a ella, me despedí de mi novio y fui

Estuvimos hablando, había esperado tanto tiempo esta conversación que no parecía real, poder volver a ser amiga de Lucia era la mejor cosa que podría pasarme

Claro que toda mi felicidad se vio interrumpida cuando Lucia y yo entramos y vi la cara de Gavi, le había pasado algo ya que tenia la nariz sangrando y un pequeño cortecito en la frente

— Gavi -dije asustada y me puse abajo suya- ¿que te ha pasado?
— ¿Donde estabas? -me pregunto-
— Hablando con Lucia -dije- pero ¿que ha pasado?
— Se ha peleado con Vinicius -dijo Eric-
— ¿Que?
— Estaban hablando y de repente Vinicius le pegó y obviamente conociendo a Gavi no se iba a quedar quieto -me explicó-
— Se va a enterar
— María -dijo Gavi- ni se te ocurra -añadio- lo que me faltaba es que te hiciese algo a ti también
— No me va a hacer nada

Esto no se iba a quedar así, me daba igual lo que dijese Gavi él no iba a hacerme daño. Estaba a punto de bajar del reservado después de librarme de Pedri, pero Carlos el cual estaba en las escaleras me freno

— ¿A donde vas?
— A decirle un par de cosas a ese gilipollas
— Ni de coña -dijo- no te voy a dejar que vayas -se puso en las escaleras impidiéndome el paso-
— Carlos por favor déjame
— Que no -dijo- si te pasa algo no me lo perdonaría
— Que no me va a pasar nada en serio déjame -intente hacerlo-
— Lo siento pero no -me rendí-
— Está bien -dije y cuando se relajo me colé pero cogió mi mano acercándome a él haciendo que estuviésemos muy cerca-
— ¿Creías que ibas a librarte de mí tan fácilmente? -me dijo-
— Déjame ir -dije-
— No -dijo el-

Ahora si que si, me separé de ese acercamiento incómodo y fui con Gavi de nuevo, era hora de volver a casa.

En el coche no pronuncio ni una sola palabra, quería preguntarle que era lo que había pasado pero creía que cuando él estuviese listo iba a contármelo

*narra Gavi*

Vi a María hablando con Vinicius y vi la cara de incomoda de mi novia así que fui a intervenir, ese tío era muy pesado con ella y si tenía que ponerle las cosas claras iba a hacerlo

— Sabes de sobra que tengo novio -escuche decir a María intentando alejarse de él-
— No lo veo por aqui -dijo Vinicius-
— Pues ahora si -dije yo-
— Pero bueno Gavi -dijo- cuanto tiempo -María se fue cosa que agradecí-
— Menos del que me gustaría -dije-
— Que borde eres si vamos a compartir chica deberíamos de llevarnos bien -¿era tonto?-
— Lo siento yo no comparto y menos a María
— ¿Y quien dice que no la hayas compartido ya?
— ¿Estamos hablando de María? ¿Mi novia? La misma que dice que le caes muy mal y que no te soporta
— Claro que me soporta -dijo- María esta buenísima ademas seguro que en la cama es una salvaje como yo se merece estar conmigo
— Mira Vinicius -dije cabreado- si te vuelves a acercar así a mi novia y vuelves a hablar así de ella te juro que te verás conmigo y esta vez no voy a tener paciencia

Y dicho eso me pego una hostia en la nariz que ni siquiera la vi venir, no me iba a quedar con las ganas así que empezamos a pegarnos. Eric y Camavinga vinieron a separarnos y Vinicius me miro antes de irse

— Esto no queda así Gavira te voy a dar donde más te duela -dijo-
— ¿Eres tonto? -me dijo Eric y Pedri apareció-
— Me duele la nariz -dije y me la toque dándome cuenta de que estaba sangrando-
— ¿Por que te has pegado con el? -pregunto Eric-
— No voy a soportar que gilipollas diga que mi novia está buena y que se quiere acostar con ella
— ¿Y por eso te has pegado? -pregunto Pedri-
— Si -dije- ¿donde está María? -la había perdido de vista cuando me pegue con Vini-
— No se no está por aquí
— No quiero que me vea así -dije-

Me senté junto con Eric y Pedri a esperar que la nariz me dejase de sangrar cuando María apareció junto con ¿Lucia?

— Gavi -dijo asustada- ¿que te ha pasado?
— ¿Donde estabas? -le pregunté para quitarle hierro al asunto-
— Hablando con Lucia -al menos a alguien le había servido estar en la fiesta- pero ¿que ha pasado?
— Se ha peleado con Vini
— Se va a enterar
— Ni se te ocurra -dije asustado, lo último que quería era que le pasase algo-
— No me va a hacer nada

Y dicho esto se fue, no quería que le pasase nada no solo por ir a hablar con Vini sino porque había visto que Marcos estaba por ahí y no quería ni que se acercase a ella

— Tranquilo voy yo -dijo Pedri-

Me quede tranquilo sabía que Pedri no la dejaría ir tampoco pero cuando él volvió sin ella me asuste.

Después de unos minutos que se me hicieron eternos María volvió y decidimos irnos a casa, me dolía mucho la cabeza y me mantuve todo el tiempo en silencio, sabía que se venía una pelea así que no tenia nada de ganas

Llegamos a casa y fui directo a la cocina a por algo para curarme eso mientras que María se quitaba esos tacones que no sabía para que se los ponía ya que llenaba sus preciosos pies de rozaduras

— Amor déjame a mi -dijo ella quitándome todo lo que tenía-
— Tranquila puedo hacerlo
— No es la primera vez que lo hago -dijo-

Cogió las cosas para curarme mientras yo me sentaba en la silla, abrió mis piernas y se coló en medio para curarme, la miraba mientras lo hacía, sabía que la había decepcionado un poco

— Lo siento -dije- no quería que te asustaras por esto
— No deberías de haberte pegado con el -dijo-
— No iba a permitir que dijese que quiere hacerlo contigo
— ¿Eso dijo? -asenti- lo hizo para provocarte
— ¿Y lo de pegarme cuando le dije que te caía mal también?
— Claro que si -añadio- te agradezco mucho que me defiendas así pero la violencia no es la solución
— Lo se y lo siento -dije- pero no me podía quedar de brazos cruzados escuchando como hablaba de ti
— Te quiero ¿lo sabias no? -dijo mirándome a los ojos-
— Yo te quiero más -dije sonriendo-
— Se creería Vinicius que iba a arruinar lo nuestro -dijo-
— Y que iba a poder encerrarte en el baño de la discoteca a hacerlo contigo -se puso colorada y se rio- te dije que lo haría
— Me lo dijiste -dijo- no estuvo tan mal
— ¿Que no estuvo tan mal? -dije- si fue una de las mejores veces de mi vida
— Eres un bruto
— Mientras que tú me quieras igual -dije-
— En esos momentos te quiero más
— Pero bueno -dije haciéndome el sorprendido- si la santa de los dos eres tú -me dio un golpe- ay que me duele todo -dije de broma-
— Perdón -dijo con cara de culpable- no me acordaba
— Es broma amor -dije-

Estuvimos hablando durante un buen rato, me encantaba escucharla y hablar con ella me parecía el mejor plan del mundo

Esa noche nos intercambiamos los papeles fue ella la que me mimó toda la noche dejando que la abrazase y durmiese en su pecho mientras que me acariciaba el brazo

La casualidad Where stories live. Discover now