La casualidad

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*narra Lucia*

No me fiaba mucho de lo que ponía en la carta pero decidí arriesgarme. Salí al balcón y me quede asombrada con lo que había en el cielo.

Varios drones escribían una frase "Lucia te quiero ¿me perdonas?" en seguida supe que se trataba de Pablo, me di la vuelta y ahí estaba detrás mia mirándome.

— Antes de que digas nada déjame hablar -me dijo sacando una rosa y dándomela- nunca pensé que una persona pudiera hacerme sentir tan bien como lo haces tú, fui un estupido en dejarme llevar con María y la cague mucho pero quiero que veas que esto -dijo señalándose- y eso -me di la vuelta y ahora los drones habían echo un corazón- es para ti -sonrei como una tonta- ¿me perdonas?
— Claro que te perdono -le di un beso con muchas ganas-
— Como extrañaba esto -dijo-
— Y yo -lo volví a besar- me encantaron las flores pero ¿por que no pusiste tu nombre?
— Porque si lo ponía las ibas a tirar o algo
— Es cierto -me reí-

Me subió en brazos y no me preguntéis como lo hizo quito todos los cojines que había en la cama para que no nos tocásemos

— Estos cojines a tomar por culo -dijo enfadado una vez que me tumbo en la cama- y esto también -dijo quitándome o más bien casi arrancándome la camiseta de Asensio- estaba harto de tener que verte con esto puesto -me beso muy apasionadamente-
— A mi hay muchas cosas que me sobran también -dije-
— Pues ya sabes desahógate -dijo y le quite la camiseta pasando mi mano por sus abdominales- a mi me siguen sobrando cosas -dijo quitándome el sujetador y besando desde mi boca hasta mi ombligo deteniéndose en mis pechos haciéndome suspirar-
— Echaba de menos esto también -dije-
— Pues anda que yo

Se puede decir que tuvimos una buena y larga reconciliación. A la mañana siguiente me desperté abrazada a él, me encantaba que todo volviese a ser como antes. Hoy era el partido y tenia muchas ganas de estar con todos apoyando a los chicos.

Gavi se despertó y me miro sonriendo, pasó un mechón de mi pelo por detrás de la oreja y me dio un beso en la nariz.

— Buenos días amor -dijo-
— Buenos días -sonrei- ¿como estas?
— Muy nervioso espero que no me cambien no lo he estado haciendo muy bien estos últimos días
— Seguro que no lo van a hacer -lo mire- y tienes que marcar
— ¿Para dedicártelo? -reimos-
— Si marcas un segundo sí pero no es por eso es por los méritos que vas a tener por ser tan joven y marcar en un mundial
— Lo se y por eso estoy precisamente nervioso -dijo y miro el reloj- tengo que irme -me dio un beso- luego nos vemos -sonrei- tienes un regalo encima de tu maleta para ver si así dejas esa camiseta horrorosa que llevabas anoche -me reí y lo vi ducharse y vestirse- te quiero
— Y yo -dicho esto se marchó-

*narra María*

Entre Lucia y Gavi en la habitación de al lado reconciliándose, cosa que agradecía ya que por fin todo, menos Gavi y yo cosa que asumía que no iba a volver a ser como antes, había vuelto a la normalidad, y Pedri haciendo de hermano mayor poniéndose nervioso por el partido y porque Gavi no se iba a dormir tuve una noche un poco ajetreada.

— Buenos días bombón -dijo Pedri despertándome con un beso en la cabeza- tengo que irme -lo mire y ya estaba vestido-
— ¿Pudiste dormir anoche? -le dije adormilada-
— Si tranquila solo estaba preocupado quiero verlo triunfar y para eso tiene que estar descansado
— Es mejor lo de anoche que aún siguieran peleados
— Eso es verdad -me beso- te veo luego -dicho esto se fue y una Lucia ya vestida, peinada y maquillada entro lanzándose en la cama-
— Venga dormilona vamos arriba -dijo y me tape la cara-
— Cinco minutos más -dije quejándome-
— Vamos que tenemos que desayunar y todo
— Pero si tú nunca desayunas
— Pues hoy quiero así que arriba -cogió mis manos y jalo de mi-
— ¿Esa es la camiseta de Gavi? -asintió-
— Me la ha regalado el
— Eso significa que os habéis reconciliado -sonrei- me alegro
— Si ya podemos volver a ser los cuatro que éramos -estaba confundida-
— Si -dije sin ganas-