La casualidad

35

*narra Gavi*

Llegamos a la habitación después del pedazo de partido de hoy, había sido todo un logro haber podido marcar finalmente y habérselo dedicado a mis padres me llenaba de satisfacción.

— Oye amor -le dije a mi novia- ¿podrías hacerme otra vez ese pasito que hiciste antes?
— ¿Que pasito? -me pregunto-
— El del culo -la mire- es que antes no lo vi bien -ella río-
— Si seguro que es por eso -dijo volviendo a repetir el paso bajo mi atenta mirada, nunca había visto a nadie que moviese el culo así-
— ¿Como haces eso?
— No lo se me sale solo
— ¿Por que no era consciente de que mi novia hacía esos movimientos tan calientes con el culo?
— Hay muchas cosas de mi que no sabes -me guiño el ojo-
— Necesito dormir para asimilar esto -se rio y me acosté en la cama haciendo que ella viniese a abrazarme para dormir-

Nos acurrucamos en la cama y cuando estábamos apunto de dormir empezamos a escuchar ruidos provenientes de al lado. Eran María y Pedri disfrutando de la victoria. Mire a Lucia y ella me miro haciendo que soltásemos ambos una carcajada.

—¿Estas escuchando lo mismo que yo? -dijo Lucia sin poder parar de reírse-
— Por lo que se ve estos dos aún no han terminado la celebración -dije- si llevaba deseándola desde que la vio llegar con la camiseta mucho estaban tardando
— ¿Que crees que estarán haciendo? -dijo pensativa-
— Creo que es obvio -me reí-
— No tonto -dijo ella riéndose- que le estará haciendo Pedri para que esté gritando así -pensar en María así no iba a ser bueno para mi salud mental ahora mismo-
— No lo se -pensé y quise quitarme la imagen de mi cabeza- creo que probablemente esto -dije intentando meter mi mano dentro de su tanga pero me quitó la mano-
— Venga ya no empieces -dijo y la mire triste-
— ¿Nosotros gritaremos así?
— Según Pedri si -los seguimos escuchando- se nota que lo estan disfrutando -nos reímos- 
— Pedri me va a tener que enseñar esos trucos -dije y Lucia me dio un golpe en el brazo riéndose-
— Mañana se lo pienso echar en cara -dijo Lucia y escuchamos otro grito- ahora le estará metiendo un dedo o algo -dijo y nos reímos- se podrían callar ya
— No eso no es un dedo eso son por lo menos 3
— ¿Tres? -asenti y nos descojonamos-

Seguimos riéndonos y comentando la situación hasta que pararon dejándonos dormir. A la mañana siguiente me desperté con muchas ganas de ir a contárselo a Pedri, se lo diría a María pero las cosas están ya demasiado incómodas para ir y decirle que he estado comentando como gemía con Pedri, aunque sería gracioso ver su cara de vergüenza.

Hoy teníamos día de descanso así que estaríamos todos juntos en el hotel y en la playa. Nos vestimos y cogimos todo lo necesario para ir a la playa y vayamos a desayunar. Pedri y María salían de su habitación a la misma vez que nosotros y en cuanto los vimos Lucia y yo nos empezamos a reír

— ¿Que pasa? -dijo Pedri-
— Ven ven que te lo voy a decir -dije riéndome y me adelanté con Pedri dejando a las chicas atrás-
— Pablito ¿que has echo ya? -me pregunto-
— Anoche triunfaste campeón
— ¿Por que? -me pregunto- tú también ¿no? Marcaste gol
— No lo digo por eso -me reí y entonces me entendió-
— ¿Nos escuchasteis? -asenti- intentamos ser silenciosos
— Más bien estuvimos comentando lo que estabais haciendo -me reí-
— ¿Que que? -me miro extrañado-
— Que estuvimos comentando que le hacías para que gritase así -me reí en su cara-
— Te voy a enseñar mi puño -me dijo- sois unos cabrones
— Admite que tiene gracia
— No la tiene
— Estábamos aburridos no haber echo a tu novia gritar tanto porque se os escuchaba mucho
— Deja ya de decir cosas así de María -dijo-
— Vale vale perdón -dije y entonces si que nos reímos los dos-
— Nunca pensé que tendríamos esta conversación
— Ni yo -me reí-
— Venga salido vamos a la piscina -me dijo pensando-
— ¿Que pasa? -le pregunté-
— No te habrás imaginado a Ma -dijo pero lo frené-
— Nop -dije-
— Eres un mentiroso -me dio una colleja- te voy a matar -dijo en broma y los dos salimos corriendo-