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*narra Gavi*

Me desperté con el sonido de mi móvil, estaba acostumbrado a las millones de notificaciones a diario pero lo de hoy era excesivo

— Gavi como no apagues el teléfono te lo voy a tirar por la ventana -dijo una Lucia abrazada a mi con los ojos cerrados-
— Voy voy -dije cogiendo mi móvil para ver qué era lo que estaba pasando- amor
— Dime -dijo un poco enfadada, que la despertaran por la mañana era una de las cosas que más odiaba-
— Tengo una cosa que contarte -dije preocupado, no sabía cómo se iba a tomar lo que le tenia que decir-
— ¿Que te pasa? -me pregunto-
— María está embarazada de un bebé mío -dije para que se despertase del todo y lo conseguí haciendo que se incorporase-
— ¿Que esta que? -dijo con la cara descompuesta y me reí-
— Que es broma -dije y soltó un suspiro de alivio- Bueno casi -dije- los periodistas nos vieron ir a por el coche en el hospital y se han inventado de que estamos esperando un bebé
— ¿Están mal de la cabeza? -dijo-
— Por lo que se ve si
— Enhorabuena papá vas a ser un padre increíble -dijo dándome un beso, me sorprendió que se lo estuviese tomando a broma-
— No tiene gracia cuando Maria se entere va a echar humo -dije-
— La pobre entre los comentarios que recibimos todos los días y que a ella últimamente se le está tachando de aprovechada por estar con uno y con otro lo que le faltaba era esto -dijo-
— ¿Aprovechada? -pregunté-
— Si por estar con Marcos, luego con Pedri después con Pablo Torre y ahora tener un romance contigo -dijo-
— Me da pena pero no podemos hacer nada -dije levantándome-

Bajamos a desayunar y empezamos a comentar la primicia del día, no sabía cómo podían haber llegado al punto de inventarse algo así, lo que si sabía es que si hacían sufrir a cualquiera de mis chicas no tendría piedad con nadie.

María y Pedri bajaron y tras comentar un poco la situación María tuvo que irse a su casa, aunque decía que no le importaba ir sola sabía que estaba asustada, recuerdo su cara cuando en aquella entrega de premios cuando era novia de Marcos y todos los periodistas se echaron encima de ella para preguntarle sobre su relación con el

Pusimos la tele para escuchar que era lo que le preguntaban y le hicieron preguntas de todo tipo mientras que ella, con su cara de nerviosismo, se dispuso solamente a andar hasta su coche

— Voy a salir a parar esto -dije al ver la cara de María pero Pedri me frenó-
— Si vas a protegerla lo vas a hacer peor -dijo y tenia razón-
— Lo está haciendo muy bien -dijo Lucia- me sorprende a mí me daría mucha vergüenza
— La verdad es que me sorprende -dijo Pedri-

María se subió en su coche y se fue sin soltar ninguna palabra, quería frenar esto porque no nos venía bien a ninguno pero no sabía cómo

— Ahora yo soy la ex que se lleva bien contigo -dijo Lucia enseñándome el móvil- ¿todo lo malinterpretan?
— Amor relájate -dije aunque ni siquiera yo estuviese relajado- ¿quieres que te haga un masaje en la espalda?
— Si por favor -dijo sonriendome-
— Yo voy a hacer la maleta para mañana cuando llegue María avisarme -dijo Pedri subiendo-

Lucia se tumbó en el sofá esperando a que yo le hiciese el masaje, me habían enseñado ha hacerlo ya que teníamos que ayudarnos entre los del equipo si nos pasaba algo

— Amor si te quitas la camiseta y el sujetador es mejor -le dije aprovechando la situación-
— Está bien -dijo Lucia obedeciéndome y empecé a hacerle el masaje escuchando varios suspiros por su parte- que gusto
— ¿A que si? Me enseñaron a hacerlo -dije sin parar-
— Tienes unas manos de oro -dijo-
— Y no solo para dar masajes como ya has podido comprobar -dije y se puso roja haciendo que mis manos bajasen demasiado-
— Pablito eso no es la espalda -dijo-
— Perdón perdón -dije riéndome-

La casualidad Where stories live. Discover now