La casualidad

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*narra Maria*

Había pasado una semana desde mi ruptura con Pedri y había tenido que soportar a muchos periodistas preguntándome por cómo me sentía con el tema de la infidelidad y que pensaba de que Pedri estuviese liándose con Tania ahora.

Gavi y Lucia habían venido todos los días para ver cómo estaba y para entretenerme un poco. Gavi se quedó a dormir una noche cuando Lucia tuvo que irse a casa de su padre y eso había echo que los periodistas levantasen sospechas sobre nosotros. Lo último que me faltaba era que investigaran y saliera a la luz que Gavi y yo nos habíamos liado.

Mi mejor amigo Luis había venido a mi casa un par de veces a ver qué tal estaba, decía que me quería devolver cuando yo estuve ahí con él para apoyarlo en todas las rupturas con su novia y la verdad es que lo agradecí.

En cuanto a Pedri, había visto que oficialmente Tania era su novia y que se había llevado toda la semana en casa de los chicos y Lucia, eso había echo que Lucia y Gavi viniesen a mi casa para evitarla. ¿Me dolía? Mucho, pensar que sus te quiero ya no iban a ir hacia mi, que sus labios no volverían a besar los míos y que sus goles que tanto me gustaba que me dedicase no irían dedicados a mi me provocaba volver a sentirme como una real porquería.

*narra Lucia*

Echaba mucho de menos a María en casa, odiaba a Pedri un poco porque él había sido el causante de eso pero los dos primeros días realmente lo estuvo pasando mal, se había puesto el collar que le regaló a María y no nos había dejado que le llevásemos a ella las cosas que se había olvidado en la habitación e incluso se había puesto durante dos dias la sudadera que se ponía María de él porque decía que aún olía a ella.

La situación de estos dos me estaba empezando a cansar un poco pero yo pasé por algo parecido y es cierto que se pasa mal.

Me desperté y baje a desayunar, una vez que llegue a la cocina me encontré con Tania con la sudadera que se ponía María de Pedri y me enfadé mucho.

— ¿Tú que haces aquí? -le dije-
— Buenos días -dijo con esa sonrisa que me provocaba ganas de vomitar-
— ¿Te has quedado a dormir? -le pregunté sin rodeos, había estado en casa durante estos días pero nunca se había quedado a dormir-
— Si Pedri me invitó a quedarme
— Pues yo no -dije y Pedri bajo-
— Soy su novia y tengo derecho a estar aquí -dijo ella-
— Lucia para -dijo llegando a donde estábamos y dándole un beso a Tania-
— ¿En serio hace menos de una semana estabas llorando por María y ahora le dejas su sudadera a esta y encima ya es tu novia?
— La sudadera es mia no de María y hago lo que quiera con ella  -dijo contraatacándome y Gavi llegó-
— ¿Que pasa? -dijo Gavi desubicado-
— Controla a tu novia -dijo Pedri- Tania se va a quedar aquí el tiempo que yo quiera
— Eres un gilipollas -dije yéndome de allí, no iba a soportar que María estuviese llorando por el ni un minuto más-

Cogí mi moto y me dirigí a casa de María, nuestros amigos y los del Barça iban a ir de fiesta por separado hoy y estaba dispuesta a llevármela de fiesta y no iba a aceptar un no por respuesta. Llame a su casa y me abrió con las mismas pintas con las que me había estado abriendo toda la semana, un chándal sus gafas y un moño despeinado. Agradecí que los periodistas no estuviesen allí estaba un poco harta de ellos ya.

— ¿Otra vez así? -dije cuando la vi- María que ha pasado una semana ya
— Hola a ti también -dijo y me invitó a pasar-
— No hagas planes para esta noche que nos vamos de fiesta -dije-
— ¿Que? No -dijo rotundamente-
— No voy a aceptar un no por respuesta así que ya sabes
— No me apetece Lucia en serio
— Venga vamos me lo debes -le dije-
— ¿Te lo debo? -me pregunto confusa-
— Si me lo debes, la gente piensa que Gavi ahora está contigo porque lo han visto un par de veces entrar aquí solo y porque el día que fuiste al entrenamiento el Barça subió tú penalti y se te ve muy pegada a Gavi
— Primero ha entrado aquí solo porque tú has estado con tu padre y se quedó a dormir porque se hizo tarde y era mejor que no saliese con los periodistas y segundo el día del penalti me estaba ayudando a colocarme para que lo marcase
— Que si María que si -le dije, sabía que le daba mucho coraje que le dijese ese si-
— Vete a la mierda -dijo y nos reímos- ¿pero enserio tú piensas eso?
— Pienso que vuestra relación es un poco extraña -dije intentando dejarte caer que no me gustaba ni un pelo como se trataban-
— Es una relación de amigos normal -dije-
— Que si María que si -dije y me pego en el brazo-
— Vale ya
— No en serio me lo debes sino me enfado -dije sabiendo que iba a aceptar-
— Vale está bien iré -dijo- pero como vea a Pedri un segundo con esa me voy
— No te preocupes no va a ir vamos a salir con nuestros amigos -dije-
— Entonces iré -dijo y le abracé-
— Venga ponte guapa que hoy ligas y todo
— No me la líes que te conozco -me reí ante su comentario-
— Pero si yo soy una santa -rei- yo voy a estar con Gavi y los del Barça que tienen una fiesta en el Camp Nou -dije inventándome todo porque si le decía que Pedri iba a ir se encadenaría a su habitación y no saldría- entonces voy a estar primero con ellos y luego os veo
— Vale -dijo- ¿Quieres que te recoja? Si sales fuera y no me encuentro a Pedri puedo recogerte
— Nono tranquila van a estar bebiendo en casa y luego se irán para el estadio cuando vayan me dejan de camino
— Pues entonces perfecto