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*narra Gavi*

Nos despertamos en el último día de nuestra escapada, no quería irme de allí ya que todo estaba siendo perfecto y nos había acercado más. Estuvimos gran parte de la mañana en la cama dándonos besos y abrazos hasta que nos tuvimos que levantar para hacer las maletas y bajarlas a recepción para visitar un poco más Venecia.

Decidí llamar a Pedri para decirle a la hora que teníamos el vuelo y la hora aproximada que aterrizaríamos, así que cuando Lucia se metió en la ducha aproveché para hablar con el.

— Hola -dijo Pedri- ¿que tal todo por ahí?
— Muy bien no nos queremos ir -reimos- ¿y por allí como fue el entreno?
— Fue bien, igual que siempre pero con una espectadora en las gradas
— ¿Fue Sira la novia de Ferran otra vez? -pregunté-
— No fue María
— ¿Que hacía María en el entrenamiento pillín? -rei-
— Quería hablar conmigo y estuvo todo el día aquí
— Wau Pedri la tienes en el bote
— Ya se que os liasteis el viernes por la mañana -me quede de piedra y sin saber que decir- pero tranquilo ya me lo ha explicado todo
— Me alegro y quiero que sepas que tienes vía libre ella y yo ya solo somos amigos
— Lo se hoy he quedado con ella para ir a recogeros
— Llevaba a dar una vuelta por la playa -dije acordándome de que a María le encantan los atardeceres- y hasta que no esté el atardecer no te la lleves
— No voy a hacer eso va a ser muy descarado
— Hazme caso a ella le encantan los atardeceres
— Eres un pesado -dijo-
— Quiero lo mejor para ti -rei-
— Venga luego nos vemos anda
— Espero que me cuentes todo con detalles cuando llegue -dije y tras despedirnos colgue-

Lucia salió del baño ya lista y terminamos de ver Venecia, había sido un fin de semana increíble y ni ella ni yo nos queríamos ir

— Me lo he pasado muy bien contigo gracias otra vez por el viaje -dijo dándome un beso-
— Yo también -sonrei- le quedaría aquí contigo para siempre
— Ojalá -dijo mi novia-

Terminamos de comprar algunas cosas y estuvimos todo el tiempo que pudimos por Venecia. Cuando llego la hora tuvimos que irnos hacia el aeropuerto.

El vuelo fue tranquilo. Lucía, al igual que a la ida, se quedó dormida en mi hombro, cosa que me encantaba, y cuando aterrizamos la desperté. Salimos del avión con una Lucia un poco adormilada pero se espabiló enseguida. Recogimos nuestras maletas y nos dirigimos hacia dónde Pedri me había dicho que nos iban a esperar.

Cuando los vimos y vi que María llevaba puesta la sudadera de Pedri sabía que todo había ido bien. Los mire y me reí hacían muy buena pareja.

Me sentía muy orgulloso de mirar a María y sentirme bien porque estuviese empezando algo con mi amigo y no me sintiese celoso ante la situación.

*narra Maria*

Era domingo y eso significaba que Lucia y Gavi volvían de su escapada romántica, tenia ganas de verlos y a la vez curiosidad porque lucia me contara todo sobre su viaje.

Pedri me llamo para quedar para dar una vuelta y acepte, el y yo dentro del grupo éramos los que menos hablábamos y este finde semana nos había echo acercarnos más.

— Hola Mery -dijo cuando entre en su coche y me sorprendí al escuchar la manera de nombrarme-
— Hola -sonrei- ¿a que ha venido eso de mi nombre?
— A que me apetece llamarte de una manera especial -dijo y sonreí como una tonta- ¿te molesta?
— Nono para nada todo lo contrario es el apodo más bonito de mi nombre desde mi punto de vista -dije sincera-
— Y desde el mío -sonrio-

Me estaba empezando a poner un poco nerviosa y no sabía exactamente porque pero su presencia y su mirada me estaba provocando nerviosismo.

Estuvimos dando una vuelta con el coche por Barcelona mientras escuchábamos música y hablábamos tranquilamente. Nos bajamos cuando llegamos a la playa y dimos un paseo por la orilla, hacia un día muy bonito.

La casualidad Where stories live. Discover now