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*narra Maria*

Gavi me beso y como acto reflejo le seguí el beso, acercó mi silla a la suya haciendo que quedásemos más juntos, el beso era dulce y por un momento me olvide de todo. Nos separamos y fue ahí cuando me di cuenta de lo que había pasado, acababa de besar al novio de mi mejor amiga y lo peor de todo es que me había encantado.

— Vo...voy a ir a ayudar a Pe...Pedri -dije cogiendo las cosas y yéndome de allí nerviosa-
— Espera -logre escuchar antes de cerrar la puerta-

Busque a Pedri para despedirme de él y cuando conseguí hacerlo me subí en mi moto y llegue a casa echa un mar de dudas. ¿Por que Gavi me acababa de besar? ¿No estaba enamorado de mi amiga? No estaba entendiendo nada

Dos dias más tarde...

Había estado evitando a Gavi estos dos dias, si hacía como si nada a lo mejor quedaba en el olvido y hacíamos como si no hubiese pasado nada.

Era lunes así que hoy tendría que verlo en clase, al menos no tenia que ir hoy a los entrenamientos sino no hubiese podido soportarlo.

Llegue a la clase y allí estaba Lucia, había estado un poco cortante con ella porque la culpa me estaba matando, por lo que se ve tenía que contarme algunas cosas.

— Hace dos dias me lie con Quevedo -dijo-
— ¿Te liaste con el? -asintió- ¿y que tal?
— No es Gavi tía, lo único que quería Quevedo era liarse conmigo y no besaba para nada bien
— ¿Entonces ya has tomado una decisión?
— Voy a volver con Gavi -dije- ¿el se la liado con alguna chica en estos dias? -mi cara automáticamente cambio a una de nerviosismo-
— N...no Gavi solo te quiere a ti Lucia no se ha liado con nadie -le mentí-

En ese mismo instante llegó el rey de roma, ni siquiera lo mire no quería que Lucia sospechara lo más mínimo. Ella se levantó y le dijo que tenían que hablar iba a decirle que quería volver con él y esperaba que él le dijera que si.

El timbre del recreo sonó, Lucia se quedó ya que tenia examen de Latín, el cual llevaba perfectamente bien y yo salí de la clase para que me diese el aire el día estaba siendo un poco pesado.

Cruce los pasillos y cuando estaba a punto de llegar a la salida alguien cogió mi brazo y nos encerró en una habitación a ambos.

— Gavi ¿que haces?
— Tenemos que hablar
— Yo no tengo nada que hablar contigo -dije intentando que se quitara de la puerta- quítate
—Pero yo sí que tengo algo que decirte -dijo- ¿cuantas veces me vas a ignorar y vas a hacer como si el beso no hubiese existido
— ¿Que besó? Tú y yo no nos hemos besado -dije antes de que él me pillara desprevenida y me acorralara con ambos brazos y con mi espalda pegada a la pared-
— Este beso -volvió a besarme pero esta vez duro menos que la primera vez-
— ¿Por qué haces esto Gavi? -dije mirándolo a los ojos-
— Quizás porque me gusta verte así
— ¿Y por qué?
— Porque llevas en mi mente demasiado tiempo y no me apetecía otra cosa más en el mundo que no fuese besarte
— Hagamos como que esto no ha pasado por favor -dije- tú eres el novio de mi mejor amiga y no puedo soportar la idea de mentirle
— ¿Estas segura de que eso es lo que tú quieres? -asentí-
— Lucia va a volver contigo y tú y yo solo hablaremos para hablar cosas de clase tanto aquí como cuando estemos en los entrenamientos
— Estas siendo egoísta -dijo-
— Estoy intentando ser una buena amiga -dije antes de pasar mi cabeza por debajo de su brazo e irme de allí-

No sabía si eso era lo que quería realmente, besarme con Gavi me había echo verlo de otra forma pero quisiese o no él y yo no íbamos a estar juntos. No podía hacerle eso a Lucia y menos si ella iba a volver con el.

Volví a la clase cuando termino el recreo y me senté en mi sitio, la culpa me estaba matando y no sabía si decírselo o no a Lucia, por una parte quería para que ella supiera que él se había liado con otra chica cuando le pidió un tiempo pero por otro lado no quería estropear nuestra amistad por dos besos que no habían llegado a nada.

La casualidad Where stories live. Discover now