La casualidad

18

*narra Maria*

Llegue hasta donde estaba Gavi y lo vi sentado en el sofá, estaba mirando a un punto fijo con una botella en la mano mientras bebía. Cuando me vio sonrió y vino a mi.

— Maria -dijo emocionado viniendo a mi- has venido a la fiesta -me abrazo y la peste a alcohol entro por mi nariz-
— Gavi ¿estas borracho? -pregunté lo evidente-
— Si pero no empieces como Pedri dejadme en paz estoy bien -me miro- ¿nos bañamos en la piscina?
— No, vamos a relajarnos en el sofá y me vas a contar lo que ha pasado -dije-
— Maria me voy -dijo Pedri-
— ¿En serio? Por favor no me dejes sola con el
— Me ha llamado Lucia -dijo y eso me dolió ya que yo era su mejor amiga y la que la debería de consolar debería de ser yo-
— Ah que bien -dije-
— ¿Que pasa?
— Nos hemos peleado antes por una tontería, se pone un poco sensible cuando está así de enfadada así que ten cuidado con lo que dices no quiero que sufra más
— ¿Tú también? -asenti-
— Antes de que te vayas no le digas nada que pueda herir sus sentimientos en serio
— Está bien -dijo dándome un abrazo- que te vaya bien
— Lo intentaré -dije y me volví a girar hacia Gavi pero no lo vi- ¿Gavi?
— Al agua -dijo Gavi cogiéndome en brazos y tirándome con el-
— Gavi de verdad eres un pesado -dije y empezó a tirarme agua- vale ya -dije cogiéndole las manos para que parase- vamos fuera
— Noooo -dijo- un ratito más
— Por favor vamos

A duras penas lo saque de la piscina, no se veía tan mal como antes así que me resultó fácil seguir hablando con él.

— Ahora tengo la ropa mojada por tu culpa -dije enfadada-
— Toma -dijo dándome una sudadera suya- póntela

Le hice caso y fui a cambiarme, cuando llegue el se había puesto ropa seca y estaba sentado en el sofá deprimido.

— Te queda mejor que a mi
— Gracias -sonrei- Te ha venido bien el bañito nocturno ¿no? -dije y empezó a llorar- eyy tranquilo ¿que te pasa?
— ¿Que es lo que he echo mal?
— No has echo nada mal Gavi, lo único malo aquí es el padre de Lucia
— No entiendo porque le ha dicho que tenía que dejarme
— Porque es mala persona y quiere hacer sufrir a Lucia -apoyó su cabeza en mi hombro y cogió mi mano-
— Yo la quiero pero estoy confundido -dijo y me quede extrañada-
— ¿Confundido por que? -le pregunté-
— Porque nos veo así tal y como estamos y lo que muchos dicen de nosotros y a veces pienso que debería de haberte elegido a ti -dijo tranquilo, sabia que lo único que estaba diciendo eran tonterías- a lo mejor sería más fácil
— Sabes que esto es imposible Gavi -lo mire- ademas tú estás enamorado de Lucia al igual que ella de ti ¿te vas a rendir tan rápido?
— Ella no está enamorada de mi me ha dejado -estaba empezando a odiar la parte bipolar del Gavi borracho- no pienso pedirle perdón
— No te ha dejado porque quisiera, sus hermanas son muy importantes para ella y no quiere que se separen de su lado
— Para mí lo más importante ella y me está apartando de su vida
— No es lo mismo
— Claro que lo es
— No te enfades por esto con ella -dije peleándole- no es culpa suya
— Ni mia
— Ni de ella
— Ni mía
— Ya está bien -dije desesperada- todo está siendo un malentendido que se va a solucionar
— Y si yo no quiero que se solucione
— Gavi te estás ganando una hostia a pulso de verdad
— Vale vale ya está perdón
— Lo mejor será que te vayas a dormir y cuando mañana estés más tranquilo y menos borracho hablemos -dije levantándome del sofá-
— Si será lo mejor -se levanto y me dio un abrazo- ¿nos vemos mañana? -asenti-
— Mañana voy a ir a hablar con Lucia pero luego podemos vernos -dije- hasta mañana
— Hasta mañana

Me fui de allí y pasé por casa de Lucia, las luces de su casa estaban encendidas y como Pedri no había vuelto supuse que estaban allí, llame al timbre y Pedri me abrió la puerta

— ¿María? ¿Que haces aquí?
— Vengo a hablar con Lucia
— ¿Como está Gavi?
— Se ha ido a dormir
— Perfecto Gracias por cuidarme al bebé -reimos-
— ¿Como esta Lucia?
— Destrozada, te necesita -dijo y se despidió de mi-