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*narra Gavi*

Estaba allí disfrutando de las preciosas vistas que tenía cuando Pedri entró en casa, parecía enfadado pero no sabía exactamente porque era.

— h...hola -dije- ¿como está?
— ¿Que como estoy? -dijo- ¿te vas a preocupar por mi en serio?
— ¿Que pasa?
— Que te gusta mi novia pedazo de subnormal -dijo-
— ¿Quien te ha contado esa paranoia? -dije nervioso, como lo sabía-
— No te lo puedo decir -dijo-
— Pues no es verdad -le mentí y María se despertó con el ruido de nuestras voces-
— ¿Que pasa? -dijo adormilada incorporándose- Pedri estás aquí
— Si -dijo enfadado viendo la situación- mejor me voy a mi habitación
— ¿Que es lo que pasa? -pregunto María-
— Voy a ir a hablar con él -dije levantándome-

Subí las escaleras siguiendo a Pedri, no tenia ni idea de que era lo que le habían dicho ni quien se lo había dicho lo que se es que me estaba metiendo en problemas.

— Pedri por favor espera
— ¿Por que eres así? -dijo-
— ¿Así como?
— ¿Por que te tiene que gustar mi novia?
— ¿Pero a ti quien te ha dicho eso? -dije-
— Gavi se te nota que te gusta -dijo- no me había dado cuenta hasta ahora pero te gusta
— No me gusta -dije y supe que había metido la pata ya que hubiese sido mejor contarle la verdad- sólo que estoy a gusto con mi mejor amiga
— ¿No te gusta de verdad?
— ¿Como me iba a gustar a mi maría? -dije riéndome nervioso- las novias de los amigos son intocables -añadi-
— Te creo supongo que no me mentirías con algo así -dijo-
— Claro que no -dije-

Aunque me hubiese dicho que me creía sabía que en realidad no lo hacía del todo, me miro con cara rara antes de bajar con su novia y saludarla dándole un beso.

— ¿Te apetece ir a almorzar fuera? -le dijo Pedri a María-
— Amor estoy muy cansada -dijo ella haciéndome sonreír- mejor lo dejamos para otro día
— ¿Y a cenar? -añadio él insistiendo- descansamos un poco y luego vamos
— No se amor -dijo-
— Te va a encantar el sitio al que te voy a llevar
— Bueno supongo que está bien iré -dijo y el le dio un beso-
— No te vas a arrepentir

Definitivamente no me había creído, había echo eso para ver cuál era mi reacción y para ver qué era lo que ella hacia.

Se sentaron en el sofá mientras que Pedri le contaba a María cosas del entrenamiento y de los partidos, ¿no veía que estaba cansada? Yo decidí irme a correr para despejar un poco mi mente.

Me vestí y salí de allí, no tenia ni idea de quién había podido decirle eso a Pedri ya que nadie en el entrenamiento sabe que me gusta María.

Tenia que descubrir quién era la persona que le había dicho a Pedri eso ya que aparte de María y de mi la única persona que lo sabía era Lucia y ella no era ese tipo de persona.

Me lleve gran parte de la tarde corriendo, me venía bien tanto para hacer deporte como para despejarme, empezaba a no poder soportar que estuviesen juntos.

Llegue a un parque y no me preguntéis porque pero se me vinieron recuerdos con Lucia, la echaba mucho de menos.

Si no hubiese mandado todo a la mierda ahora mismo estaríamos los cuatro en casa disfrutando y haciendo locuras.

Pase por su casa solo por curiosidad, a lo mejor podría verla e intentar hablar con ella para aclarar las cosas, cuando se fue solo me dejo y peleamos.

Estaba todo apagado, no había rastro de Lucia ni en casa de su madre ni en casa de su padre y eso me pareció extraño pero supuse que estaría en casa de una amiga.

Decidí que era hora de volver a casa, ya se estaba haciendo de noche y probablemente María y Pedri ya se habrían ido a la estupida cena esa que habían planeado.

Abrí la puerta de casa y me encontré a Pedri vestido de traje, ¿no se suponía que iban a una cena sencilla? Lo mire estaba en las escaleras mirando su móvil.

— Hola -dije cuando entre-
— Hola has estado toda la tarde fuera
— Si me sentía mal por no ir al entrenamiento y fui a correr -dije- ¿vas muy arreglado no?
— Entre que voy con María y que vamos al restaurante de lujo ese que está aquí en Barcelona tengo que ponerme adecuado para la ocasión
— Vaya ¿que celebráis? Creía que era una cena sencilla
— Celebramos que nos queremos -dijo haciendo que me doliese- creó que es motivo suficiente
— S...si -dije-

En ese momento ambos escuchamos el sonido de unos tacones, María llego bajando las escaleras y me permití observarla de arriba abajo. Llevaba un vestido blanco precioso que le quedaba perfecto y unos tacones que iban a juego con su vestido y obviamente lo que más loco me volvía, sus labios pintados de rojo.

Me pareció muy curioso un detalle, llevaba el Hermes que le había regalado en Venecia cuando fuimos de viaje juntos, ahí fue cuando me di cuenta realmente lo que sentía por ella aunque no se lo dije a nadie y que lo llevara a su cena con Pedri me alegro

— Estas guapísima -dijo su novio dándole un beso-
— Gracias -sonrio ella antes de mirarme- ¿donde estabas llevas toda la tarde desaparecido-
— He...he ido a correr -dije nervioso, que me pasaba-
— Nosotros nos vamos -dijo Pedri- no nos esperes despierto -añadio-
— Ja ja ja muy gracioso -dije-
— Nos vemos -dijo ella-

Se fueron y ahí me quede yo solo, pensando en lo guapa que iba María y las ganas que tenia de haber sido yo quien la besase y la llevara a una cena.

*narra Maria*

Me estaba pareciendo un poco raro el comportamiento de Pedri desde que llegó hoy del entrenamiento, estaba más cariñoso conmigo de lo normal y lo único que quería era estar conmigo todo el tiempo

Salimos a cenar después de haber tenido ese momento incómodo con Gavi, no tenia ni idea del sitio al que me llevaba solo me había dicho que me arreglase

Llegamos al restaurante más lujoso de todo Barcelona, el sitio era precioso y estaba todo decorado, Pedri sin duda se había currado esta sorpresa.

Se bajó del coche y me abrió la puerta ofreciéndome su mano para ayudarme a bajar, todo me parecía extraño.

Entramos agarrados de la mano cosa que casi nunca hacíamos y nos sentamos en la mesa donde íbamos a comer.

— Estas raro -le dije-
— ¿Por que lo dices? -me pregunto-
— Porque estás muy cariñoso desde que llegaste a casa después del entrenamiento
— Es porque me gusta estar contigo -dijo- te he echado de menos esta mañana en el entrenamiento, ¿quieres venir mañana? -cambio de tema radicalmente-
— Si, me gustaría mucho ver a los chicos
— Pues entonces decidido -dijo- entrenamos por la tarde -dijo poniendo su mano encima de la mía- estás guapísima hoy
— Gracias -sonrei- tu también estás muy guapo de traje

Comimos hablando de temas varios, me gustaba pasar tiempo con él y disfrutaba mucho de su compañía a pesar de que estuviese más raro de lo normal.

De repente empezó a ponerse un poco más nervioso de la cuenta, el no solía ponerse así de nervioso así que me pareció más raro aún.

— Oye ¿puedo pedirte una cosa? -dijo sacando una cajita de su chaqueta asustándome completamente ¿que se suponía que iba a pedirme?

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