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*narra Gavi*

Lucia y yo subimos a la habitación a deshacer la maleta pero ella no parecía muy entusiasmada en deshacerla, me pareció muy extraño y ya que ella no pronunciaba palabra empecé a hablar yo.

— Oye Lucia -dije- ¿podemos hablar?
— Tenemos que hablar -añadió ella y con sus palabras supe que en definitiva mi relación con Lucia estaba llegando a su fin-
— Quería pedirte perdón por cómo te trate en la feria -dije- fui un capullo que no hizo bien las cosas y quería decirte que siento mucho que te sintieses mal por mi culpa
— Estoy cansada -dijo- cansada de que siempre me trates así, de que hagas como si no estuviese
— Lucia sabes que eso no es así
— ¿Ah no? -dijo enfadada- entonces por que me tratas así cada vez que estás borracho, o cuando pasas de mi por cualquier cosa -añadio- has esperado todo el viaje para venir a pedirme perdón y has estado en la feria como si nada, no has sido capaz de preocuparte por mi ni una sola vez
— N...no digas eso, sabes que para mi es difícil
— ¿Y crees que para mi no es difícil ver cómo no te importo? ¿Crees de verdad que para mi no es difícil ver como no hablas conmigo pero si tienes tiempo para hablar con cualquiera? Por ejemplo con María -dijo, ya iba a empezar a sacar el tema-
— ¿Ya vas a empezar otra vez con eso?
— Claro que voy a empezar con eso porque mientras a mi me insultabas y me ignorabas a ella la tratabas como una reina -se le callo una lagrima- he tenido que sorportar las críticas de porque no te dejo para que tú puedas estar con María, he tenido que callarme y aguantarme los celos cada vez que tonteabas con ella -suspiró mientras se le caían lagrimas- y ¿sabes por que he echo todo lo que hice?
— ¿Por que? -le pregunté con un nudo en la garganta-
— Porque te quiero -dijo- te quiero tanto que he estado siendo una tonta y me he guardado el orgullo viendo como Maria y tú os enamorabais y como yo me quedaba al margen -se secó las lagrimas-
— Yo tambien te quiero Lucia -dije-
— Pero la quieres más a ella, siempre la has querido más a ella
— Lo siento -dije- siento todo lo que te he echo pasar, siento que te sientas así
— Es demasiado tarde para sentirlo Gavi -dijo secándose las lágrimas- no podemos seguir juntos
— No quiero que te quedes con los malos momentos por favor -dije suplicándole- quiero que te quedes con lo bonito que fue en su momento
— ¿ha sido bonito alguna vez?
— Para mi si lo fue
— Yo podría salvar uno o dos momentos bonitos -dijo haciendo que soltase una lagrima- ¿la quieres a ella no?
— La quiero -tenia que ser sincero con Lucia, pero verla allí llorando por todo lo que le había echo me dolía, me dolía mucho-
— Pues entonces no hay más que hablar -dijo- voy a recoger mis cosas y a irme de aquí, espero que algún día el karma llegue

Me fui dejándola que recogiese sus cosas tranquila, no sabía cómo sentirme al respecto ya que había sido más duro de lo que yo pensaba.

Me fui a una de las habitaciones de invitados y ahí empecé a llorar, Lucía me había echo darme cuenta de la mala persona que había sido con ella, de lo mal que la había tratado y de lo mal que la había echo sentir.

No estaba preparado para decirle adiós como yo pensaba pero ya no había vuelta atrás, Lucía me había dejado y sabía que nunca me perdonaría ni por lo que le había echo ni porque me gustase María.

La escuche bajar con las maletas y despedirse de Pedri y de María, las escuché llorar a las dos ya que baje un poco para escuchar lo que decían y María fue la que acompañó a Lucia en coche hasta su casa.

Yo me quede allí mirando a un punto fijo sentado en las escaleras hasta que Pedri vino a buscarme y se sentó a mi lado poniendo su mano en mi pierna.

— ¿Como te sientes? -me pregunto-
— Se acabó -fue lo único que pude decir-
— Lo se Lucia nos ha contado que te ha dejado -dijo- eres mi hermano y sabes que quiero lo mejor para ti así que quiero que sepas que la cagaste de verdad
— Lo se se que la he cagado -dije-

María tenía razón, ahora me daba cuenta de lo que pasaba, mi ruptura con Lucia no solo me iba a afectar a mi sino al grupo.

— Tranquilo -dijo- son cosas que pasan
— Ya pero yo no quería que terminase así -dije y otra lagrima se me escapo-
— Pero es como lo ha echo no puedes volver atrás -dijo- ahora lo que tienes que hacer es pasar pagina y esperar a que ella te perdone de verdad
— No quiero perderla -dije y me miro- como amiga, Lucia es una parte muy importante de mi vida y aunque no haya sabido valorarla como novia quiero hacerlo como amiga
— Tienes que dejar que saneis y que el tiempo pase no vas a ser su amigo en dos dias
— Lo se -dije-

*narra Lucia*

Nunca había estado tan destrozada como en ese momento, como había podido ser capaz de hacerme algo así, me había tratado como una mierda, me había echo sentir la peor persona del mundo y encima tenia la cara dura de decirme que le gustaba mi mejor amiga.

Recogí todas mis cosas lo más rápido que pude, no quería estar allí mucho tiempo más así que cuando lo tuve todo listo baje.

Allí estaban Pedri y María sentados en el sofá y se levantaron corriendo para abrazarme en cuanto me vieron.

No sabía si los sentimientos de Gavi por María eran correspondidos pero no quería pensar en eso ahora mismo, la necesitaba como mejor amiga y ambas nos fundimos en un abrazo

— Se ha terminado -dije- lo he dejado
— Tranquila -dijo ella acariciándome el pelo y soltando una lagrima, a ella también le dolía que me fuese-
— Yo lo quiero -dije mientras- no quería dejarlo pero es que no he podido más
— No puedes estar con una persona que no te valora Lucia -dijo Pedri acariciando mi espalda-
— Quiero irme de aquí -dije-
— Te llevó a tu casa -añadio Pedri-
— Yo la llevó mejor -dijo María-

Entre Pedri y María me ayudaron a meter mis cosas en el coche de María para irnos, antes de eso María le dio un beso a Pedri antes de acompañarme a mi casa, si ella sintiese algo por Gavi habría estado tensa con Pedri ¿no?

Me fui de allí melancólica mientras lloraba y miraba por la ventana del coche la casa, había pasado tantos buenos momentos en esa casa que no volverían nunca a ser los mismos, me acorde de todo, de las fiestas, de los baños en la piscina o en el jacuzzi, de las películas que vimos en el cine de la casa.

Ya nada volvería a ser como antes y yo tendría que buscarme un nuevo sitio para vivir ya que la casa de mi madre no era una opción y la de mi padre mucho menos.

Mire a María, entre las ojeras de la noche anterior y lo triste que estaba me dio pena, no pensé que ella fuese a traicionarme así y no quería preguntarle qué era lo que ella sentía con Gavi porque si me confirmaba que ella también sentía algo por él no se lo perdonaría y ahora mismo necesitaba una amiga que me apoyase y me ayudase a sobrellevar esto.

La casualidad Where stories live. Discover now