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*narra Maria*

Vi a cámara lenta como Lucia se caía dándose un buen golpe en la cabeza, Gavi paró el coche dando un frenazo y rápidamente me baje del coche.

— Lucia, lucia reacciona -le grite- llamad a una ambulancia -les dije a los chicos, sabía que algo así iba a pasar-
— Amor por favor despierta -Gavi se puso de rodillas al lado de Lucia mientras que Pedri llamaba a una ambulancia-

Pasaron unos minutos que para mí fueron horas y la ambulancia llegó llevándose a Lucia hacia el hospital, empecé a llorar, no quería que le pasase nada grave y deseaba que todo hubiese sido una pesadilla

— Tranquila -dijo Pedri envolviéndome entre sus brazos- va a estar bien
— ¿Y si no lo está? -dije sin poder calmarme-
— Lo estará -me respondió-
— Vamos al hospital -dijo Gavi con la mirada perdida-

Nos montamos en el coche y Gavi condujo lo más rápido que pudo hasta el hospital, allí preguntamos dónde estaba y como estaba Lucia, no pudieron decirnos nada ya que no lo sabían con seguridad así que nos mandaron a una sala de esperar para que esperásemos a que Lucia llegase a una habitación o que tuviesen noticias suyas.

Pedri, Gavi y yo nos sentamos en las sillas a esperar, no podía estar sentada allí así que empecé a dar vueltas de un lado a otro desesperada, tenia mucho miedo y los chicos me miraban.

— ¿Puedes poner tu bonito culo en la silla? -me dijo Gavi un poco desesperado y tanto Pedri como yo lo miramos, no había hablado desde entonces-
— Perdón -dije sentándome en el sitio libre que había en medio de los dos-
— Voy a traerte agua -me dijo Pedri levantandose después de darme un beso en la cabeza-

Una vez que Pedri se fue tanto Gavi como yo nos quedamos en silencio, éramos los dos únicos que estábamos en esa sala en ese momento pero ninguno quiso molestar al otro.

Pensar que podría perder a Lucia, a mi mejor amiga, a como una hermana para mi me creaba un nudo en el estómago que dolía, dolía mucho. Empecé a llorar otra vez, lo último que quería en el mundo era perderla o que le pasase algo grave.

— Ven aquí -dijo Gavi cuando me vio llorar, apoyé mi cabeza en su hombro y unió su mano con la mia dejando suaves caricias- yo también estoy muy preocupado y la idea de perderla me aterra pero tenemos que ser fuertes por ella ¿vale?
— No quiero imaginarme una vida sin ella -se me cayó una lagrima- no puedo
— Se va a recuperar rubia -dijo- es demasiado fuerte
— Confió en ella -dije mirando nuestras manos entrelazadas y relajándome con las caricias que me dejaba en mi mano-
— Te quiero mucho -sonrei-
— Y yo

Pedri llegó y tras hacerme beber agua se sentó con nosotros y Gavi y yo nos separamos un poco pero sin soltar nuestras manos y yo apoyé la cabeza esta vez en el hombro de Pedri

Pasaron las horas y se hizo de noche y una enfermera por fin vino a decirnos que Lucia estaba bien y que se encontraba descansando en la habitación, que había tenido un buen golpe en la cabeza que le había hecho perder el conocimiento.

Rápidamente nos levantamos de allí y fuimos a la habitación, la vimos con un gotero puesto y estaba dormida. Me quede mucho más tranquila al saber que estaba bien y poder verla por fin me alegraba. Teníamos que esperar a que se despertase y la enfermera nos dijo que tenia que quedarse a dormir esa noche en observación por si acaso

— Yo me quedaré necesito hablar con ella -dijo Gavi y Pedri lo miro-
— No creo que sea buena idea te recuerdo que estabais peleados antes de que tuviese el accidente -le respondió Pedri- lo mejor será que se quede María
— Opinó lo mismo que Pedri -añadi-
— Pues nos quedamos los dos, nos las apañaremos
— Yo no puedo quedarme -dijo Pedri- si duermo aquí la lesión podría ir a peor y no puedo arriesgarme
— Te llevó a casa -le dijo Gavi-
— Intenta descansar ¿vale? Nos vemos mañana -dijo Pedri dándome un beso y le sonreí-
— Hasta mañana

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