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NARRA SOFIA

Si hace cuatro meses, antes de llegar al internado, me hubiesen dicho que terminaría en una habitación con un chico acostado en el piso, sin lugar a duda alguna me hubiese estado carcajeando por horas. Sin embargo, ahora eso está ocurriendo. Que irónico, ¿no?

Quise convencer a Brent para que durmiera en la cama de Anastacia mientras ella no estuviese aquí pero ha declinado la oferta y se ha quedado en el piso con unas mantas que teníamos de repuesto.

—¿Seguro que estás cómodo desde ahí? —pregunto con la mirada puesta en el techo.

Brent está acostado para un lado, dándome la espalda.

—Sí, tranquila —Su voz suena ronca y se nota que minutos antes ha estado llorando. No puedo evitar sentir pena por él y por la situación por la que está pasando puesto que debe ser duro ver que tu familia se está rompiendo y más, si tú estás encerrado en un internado en donde no puedes hacer nada. No obstante, no sé que hacer para que deje de preocuparse por su familia y piense que todo tal vez se pueda terminar arreglando.

—Me estás mintiendo —afirmo con tristeza pero no recibo respuesta.

¿Por qué verle así de mal me rompe el alma? ¿Es eso lo que sientes cuando te gusta alguien? Nunca antes en mi vida me ha gustado alguien de verdad, entonces, ¿cómo puedo saber que si lo que siento ahora es un sentimiento real o solo una atracción como me ocurrió en su tiempo con Dylan?

Me levanto de la cama y con toda la vergüenza del mundo, me armo de valor, sentándome a su lado.

Carraspeo mi garganta, intentando llamar su atención. Sorprendentemente, lo consigo ya que Brent se voltea en mi dirección, colocándose de la misma manera en la que estoy yo.

—No me encuentro bien —confiesa mientras cruza sus manos, apoyándose en sus rodillas.

—Es normal pero Brent mejor piensa en otra cosa porque estar así no te va a servir de nada —digo con intenciones de consolarle.

Quiero darle un abrazo pero mi timidez me lo prohíbe. Además, en estos momentos, después de lo que ocurrió entre nosotros, no creo que sea buena idea que tengamos cualquier tipo de contacto físico.

—Sofi, déjalo, ahora no hay palabras que arreglen lo que mal que me siento en estos instantes —contesta volviendo a la misma posición en la que estaba antes.

Sin esperanza alguna porque me vuelva a hablar en el resto de la noche, vuelvo a mi cama acostándome y girándome hacia un lado, dándole la espalda a Brent, como está haciendo él conmigo.

No me gusta verle así pero si no quiere mi ayuda, no voy a ser la pesada de turno que le insista, para eso está Eleonora. Sé que me he arreglado con ella pero hay que admitir que está siempre detrás de él y a pesar de que Brent la humille ella sigue ahí. Algunos pensaran que hay que tener coraje para aguantar eso. Sin embargo, yo pienso que hay que ser tonto para aguantarlo. ¿Por qué dejar que alguien nos trate como una mierda cuando hay gente a nuestro alrededor que si que nos valora?

Me gusta Brent pero eso no quita que no comparta ciertas actitudes que tiene, con Eleonora por ejemplo. Yo no soy como Anastacia, que cuando le gusta alguien deja de verle sus defectos. A mi me gusta Brent pero con sus defectos y virtudes aunque no siempre me parezca bien todo lo que hace.

Tal vez eso es el amor. Querer a alguien por como es, con sus más y con sus menos, con sus bajadas y con sus subidas, con sus aciertos y con sus fallos pero sobretodo el amor es querer a alguien porque. a pesar de que sabes que tiene cosas malas, ves lo bueno en esa persona y estás dispuesto a ayudarle a mejorar en lo que haga falta.

Cumpliendo los catorceNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ